El armador del cablero «Living Stone» que se está construyendo en La Naval, ha intentado llevarse el barco esta noche, acompañado de un grupo de marineros. Los trabajadores del astilleros dieron aviso a la Ertzaintza.
El barco, que el astillero vizcaíno construye para la compañía holandesa Tideway, fue botado el pasado año y todavía necesita de seis o siete meses para su conclusión.
Sobre las doce de la noche de la pasada noche, los vigilantes del astillero advirtieron la presencia en el buque de un grupo de personas que estaban cortando la escala y los cables que sujetan el barco y alertaron al director de personal que dio aviso a la Ertzaintza.
La Ertzaintza ordenó a los tripulantes que se encontraban a bordo del cablero parar y bajar del barco, para lo que se tuvo que utilizar una grúa. El armador, junto a seis tripulantes, habían soltado ya todos los cables de amarre salvo uno.
Los representantes de los trabajadores están estudiando si sumarse a la denuncia que previsiblemente presentará esta mañana la dirección de la empresa por este hecho o si presentan una propia.
La dirección de La Naval ya había propuesto al comité terminar el barco fuera del astillero a cambio de abonar los salarios de la plantilla hasta finales de diciembre y complementar la prestación de desempleo hasta el cien por cien durante el ERE de suspensión temporal que se ha planteado.