Jarro de agua fría para la Real en el Ciutat de Valencia. Los de Eusebio mostraron una imagen muy negativa, y ese bajón en el juego fue aprovechado de una forma excepcional por el conjunto de Muñiz y sobreponerse en el marcador por 3-0.
Llegaban, por fin, las rotaciones a la Real Sociedad de Eusebio Sacristán. Septiembre es un mes donde los jugadores cuentan con una gran carga de partidos, mezclando competición liguera y europea. David Zurutuza y Álvaro Odriozola no comenzarían el partido de titular, siendo Igor Zubeldia y Gorosabel (debut del lateral) quienes ocupasen los puestos de ambos. El ‘5’ de la Real hizo de Illarra, ya que jugó más atrasado, en el puesto habitual del ‘4’, mientras que el mutrikuarra jugó más adelantado que lo habitual.
Respecto al juego, costó que llegasen los acercamientos peligrosos en ambas porterías. Una de las más claras fue en el 17 para el Levante, en una jugada donde, en primer lugar, Toño probó suerte chutando a puerta, siendo el balón despejado por Rulli, y segundos después, Jason recibió el rechace en sus pies y éste también intentó sorprender a Rulli con un disparo, pero sin éxito. Esta acción sería la primera de las varias veces que salvó el meta argentino a la Real.
Poco después, avisó la Real, Aritz Elustondo especialmente. Illarra botó un saque de falta lateral, y fue el central de Beasain quien remató con un testarazo, marchándose el balón rozando el palo derecho de Raúl Fernández.
En el 33, estuvo muy atento Rulli para despejar en el último momento el remate -casi- involuntario de Jason con el pecho casi en la línea de la portería. Y siete minutos después, el portero realista tuvo que sacar de nuevo la mano para despejar el balón bombeado de Morales tras previo toque de Zubeldia, que cambió la dirección del balón. Tras la ocasión de Jason, tuvo que pedir el cambio ya que sintió molestias en la rodilla tras realizar un mal movimiento en el remate.
Y ya al filo del descanso, llegó el mejor gol de la jornada, y también se podría decir del año. Morales conducía el balón por la banda derecha, levantó la cabeza y vio solo a Chema en la otra banda. Optó por centrar, y Chema, sin dudar dos veces, elevó su pie izquierdo para disparar el centro con una espectacular volea que se colaría por la escuadra izquierda de Rulli, quitando todas las telarañas de la portería. Magistral gol del central granota.
La Real tenía que salir a por todas en la segunda parte si querían remontar el partido. Y con ese pensamiento, Juanmi tuvo una de las ocasiones más claras desde una posición que normalmente se logra marcar. El malagueño recibió el pase de Xabi Prieto y su disparo se marchó muy alto. Desde entonces, la Real fue nula, sin acción, sin acierto. Sin nada.
El Levante, por su parte, aprovechó el declive del equipo donostiarra para poder sentenciar el partido. La primera jugada fue entre Morales y Campaña, realizando una pared entre ambos, y siendo Campaña quien se encaró a Rulli y erró en lo importante. Pocos minutos después, Illarramendi contó con un rechace en el área levantinista que valía para poner el empate en el marcador. Sin embargo, no acertó a la hora de chutar el balón que le llegó tras el despeje de Postigo y en lugar de golpear al balón golpeó al aire.
A falta de 15 minutos para que concluyera el encuentro, Odriozola (que entró en lugar de Gorosabel en el 66) llegó cometió una falta que era suficiente para que derribase a Morales y Gil Manzano señalase pena máxima. Fue el propio Morales quien se dispuso a chutar el penalti, y segundos después, en poner el 2-0 en el marcador. Rulli acertó el lado donde chutó el ’11’ granota, pero se le escapó el esférico y terminó colándose en la portería.
Y cuanto todo parecía que el partido fuera terminar con el 2-0, Llorente derribó al borde del área a Alegría cuando contaba con el balón en sus pies. Por consiguiente, Gil Manzano amonestó por segunda vez al central madrileño, teniendo que coger el camino a los vestuarios antes de que finalizara el partido. Todo el Ciutat gritó «¡Bardhi, Bardhi!» para que lanzase el lanzamiento de falta. El de Skopie (Macedonia) no dudó en hacer caso a la afición; y chutó y anotó. Superó a la barrera donostiarra por encima, dejando helado a Rulli sobre la línea de fondo, sin moverse. Y así, se puso punto y final al partido entre el Levante y la Real Sociedad.