El Valencia vence a la Real Sociedad en Anoeta en un día donde cualquier equipo pudo haberse hecho con los tres puntos. La tónica del partido fue que el Valencia se adelantó dos veces y la Real respondía rápida empatando, pero por desgracia no pudo responder al tercer gol y los tres puntos viajarían a tierras valencianas.
Eusebio Sacristán tenía una difícil tarea por delante. De los centrales, tenía solamente disponible a Aritz Elustondo, y le faltaba un jugador para que acompañase al de Beasain. Al final, su pareja de baile fue Igor Zubeldia, que era lo previsto.
En el primer cuarto de hora de partido, ni la Real ni el Valencia mandaban sobre el campo, ni tampoco llegaban con mucho peligro a las áreas opuestas. Los de Marcelino tuvieron una inmejorable ocasión en el minuto 12 de partido. Tres jugadores ches salieron a la contra ante cuatro jugadores de la Real, y Zaza, que era quien tenía el balón dentro del área donostiarra, quiso ceder el balón a un compañero con un pase raso y fuerte, pero por desgracia visitante ese balón no llegó a entrar en la portería de Rulli.
Sin embargo, sí llegó a entrar un cuarto de hora más tarde con una jugada parecida a la anterior. Los valencianistas salieron a la contra con Rodrigo como hombre importante, ya que era él quien conducía el balón. Optó por dejársela a Guedes, y Rodrigo, mientras se desmarcada, impidió a Illarra que fuera a robar el balón a Guedes. Éste, tras regatear a Rulli, que salió a por él, se la dejó a Rodrigo casi en la línea de portería para que solo empujase el balón dentro. Lo hizo y el Valencia se adelantó en el marcador.
Pero poco duraría la alegría en el conjunto che. Willian José aprovechó un fallo defensivo de los visitantes en la zona de tres cuartos del campo, y su intención de disparar a puerta acaso no fue la más idónea, ya que por la otra banda llegaba Juanmi solo. Dicho chut, fue desviado por Domenech, terminando la jugada con un córner a favor de los de Eusebio. Oyarzabal fue el encargado de colgar el balón desde la esquina y Aritz Elustondo de rematar a puerta y poner el empate en el marcador. El central llegó a rematar libre de marca, siendo, posiblemente, una jugada de estrategia.
Y ya al filo del descanso, Rulli salvó un gol que es más conocido como gol psicológico. En el 42, un jugador visitante quiso colgar el balón al área pequeña, pero Aritz tocó lo mínimo para que se desviara y casi se colase en la portería de Rulli. El argentino, por su parte, manejó bien sus reflejos para evitar el segundo tanto.
Después del descanso, los jugadores de ambos equipos salían con la ambición de ganar. Fue el Valencia quien más suerte tuvo en el inicio de la segunda parte, porque a los diez minutos (en el 55′) se adelantó nuevamente en el marcador gracias a una bonita definición de Nacho Vidal tras la asistencia de Carlos Soler. Esté batió a la zaga donostiarra con un pase entre líneas para que lo recibiera Vidal y superar a Rulli elevando, no mucho, el esférico.
Eusebio, por su parte, optó por dar entrada en el inicio de la segunda parte a Adnan Januzaj en lugar de Juanmi. El belga revolucionaría el partido, que era la intención con su introducción al juego.
Esta vez, duró aún menos el júbilo en la entidad valencianista. Oyarzabal ponía el 2-2 en el marcador con un espectacular zurdazo cruzado después de que Kevin luchara por el balón como si no hubiera un mañana al lado del banderín del córner.
Pero todo se iría a trasto en el minuto 68 de partido con la amonestación a Zubeldia, que suponía la segunda amarilla del partido por juego peligroso, por lo que no tuvo más remedio que coger el camino a los vestuarios. Tras esto, Eusebio decidió retrasar a Illarra y meter a Canales (sacando a Willian José del campo), cuando lo más lógico sería dar entrada a Rubén Pardo (aunque entró a los pocos minutos del cambio de Canales) y seguir jugando con un delantero centro. Marcelino, por su parte, no se conformaba con el empate y realizó un triple cambio a falta de poco más de un cuarto de hora para el final.
A los diez minutos de la expulsión de Zubeldia, la Real y el Valencia volvieron a jugar la recta final del partido con las mismas unidades en el campo ya que Kondogbia también vio la segunda en una acción donde cometió una falta muy clara sobre Januzaj.
Estaba claro que Marcelino quería la victoria, y así se lo transmitió al equipo. Con la ambición de ganar, el Valencia se puso nuevamente por delante en el marcador después de haber salido a la contra y tener un final feliz. Guedes corrió como un correcaminos por la banda derecha, llegó al área realista, se detuvo, vio que llegaba solo Zaza, le pasó el esférico y el delantero anotaba en el 85′ enmudeciendo Anoeta.
Y así, fue como terminó el partido entre la Real Sociedad y el Valencia en Anoeta. Los de Eusebio tienen una cita europea el jueves ante el Zenit en tierras rusas. Necesitan la victoria para olvidar las tres derrotas consecutivas.