Siguiendo la estela de Cannes o Venecia, el Festival de San Sebastián ha abierto sus puertas a las series de televisión. Por primera vez en su historia, Zinemaldia proyecta completa una serie en su sección Zabaltegui.
Se trata de los 10 capítulos de ‘Vergüenza’, de Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero que Movistar+ emitirá el próximo noviembre.
La peste, de Alberto Rodríguez y Vergüenza, de Juan Cavestan y Álvaro Fernandez Armero, se han abierto paso en la 65º edición del Festival de Cine de San Sebastián.
Así ayer miércoles se presentaba en el Festival “Vegüenza” y “La Peste” tendrá, en el mismo marco, una presentación estelar. Para ver la serie completa habrá que esperar al 12 de enero, ya que en San Sebastián sólo se han emitido -fuera de concurso- dos de los seis capítulos que compondrán la ficción.
Caso distinto es el de Vergüenza, que ha podido ser disfrutada al completo en concurso. Durante cinco horas, narra las peripecias de una pareja -Jesús y Nuria- perfectamente normal excepto por el hecho de que son expertos en causar vergüenza ajena. Esta se emitirá algunas semanas antes que La peste: el 24 de noviembre.
Vergüenza
Vergüenza es más que “humor incómodo”, como expresó el representante de Movistar+ en la presentación en la sala 1 de Tabakalera. La serie, que se estrenará en la plataforma de pago española en noviembre, es una avispa clavando su aguijón venenoso en el culo del espectador, aunque nosotros hubiéramos preferido un escorpión y más cerquita del corazón. “Nueve años ha costado sacarla adelante”, dijo uno de sus dos directores, Álvaro Fernández Armero. Después subrayó solemnemente que asistíamos a “un momento histórico”: era la primera vez que el festival de cine de San Sebastián proyectaba una serie completa, casi cinco horas de exhibición.
Vergüenza está compuesta de diez capítulos de 25 minutos de duración que conforman una comedia protagonizada por Malena Alterio y Javier Gutiérrez. La serie sigue la historia de una pareja en constante crisis que no para de propiciar situaciones de vergüenza ajena, provocando reacciones incómodas de amigos y familiares.
Un sainete moderno y esperpéntico que saca a la luz el absurdo cotidiano.