Tras la caótica y tensa jornada de ayer, de la que Cataluña se ha despertado fragmentada y desestabilizada, el Govern da por válido el referendum ilegal del 1-O y asegura que a falta de contabilizar 15.000 papeletas, han votado más de 2,2 millones de catalanes con un resultado del “si” en un porcentaje del 90,09 %.
Antes de dar a conocer los resultados de un referéndum que ha transcurrido sin censo ni sistema oficial de recuento y en el que ha sido posible que una misma persona votara varias veces, Puigdemont se comprometió a poner en marcha el proceso de independencia en Cataluña.
A las 22.30 horas de ayer domingo, cuando aún los colegios electorales no habían terminado de contabilizar los votos compadecía en rueda de prensa Carles Puigdemont acompañado por su equipo de gobierno en pleno.
Lo hacía en una declaración institucional dirigida principalmente a los periodistas extranjeros para anunciar que esta semana trasladará al Parlament los resultados del 1-O para que se aplique la ley del referéndum y que se recoge en el artículo 4.4. Según esta ley si gana el ‘sí’, la Sindicatura Electoral, en un plazo de 48 horas, declarará de forma unilateral la independencia de Cataluña en una sesión extraordinaria.
Poco después, pasados unos minutos de las 12 de la noche, el Govern hacía una nueva comparecencia a que asistían el vicepresidente Junqueras y los ‘consellers’ Turull y Romeva para informar de los resultados de las votaciones.
Según informaban el cómputo se ha cifrado en 2.262.424 papeletas, de las que el Govern contabiliza 2.020.144 votos por el ‘sí’ a la independencia (un 90%); 176.566 ‘noes’ (7,8%); 45.586 en blanco (2%) y 20.129 votos nulos (0,89%).
Añadían que el recuento que se había efectuado en base a las papeletas no requisadas por las fuerzas de seguridad y a falta aún de contabilizar en la mesas electorales unos 15. 000 votos.
Turull aseguraba que más 770.000 votos no se han podido entrar en valoración contabilizar por el cierre de colegio o la incautación de urnas.