La CUP expresó este martes su rechazo a que la declaración de independencia de Cataluña sea suspendida a la espera de una mediación que no se ha producido y con «un Estado español que no quiere» que se produzca, por lo que advirtió de que «no renuncia» al objetivo de una declaración efectiva y con carácter inmediato.
La CUP exigió anoche a Carles Puigdemont que fije un plazo máximo de un mes para negociar con los interlocutores internacionales y el Gobierno central la proclamación de la república catalana.
Tras el discurso del President en el Parlament y habiendo manifestado su desacuerdo con los términos en los que el Govern declaró la independencia de Cataluña, la CUP mostró su disgusto por el hecho de que a última hora se cambiara el guión de la jornada y se incluyera en el discurso la petición de negociación.
Quim Arrufat, portavoz del secretariado de la CUP, confesó que sentían “cierto desconcierto” por cómo se había desarrollado la jornada en la que no se acabó de proclamar la república catalana. Arrufat recordó que la posición de la CUP siempre había sido declarar la independencia y proclamar la república para poder encarar una negociación con el Estado de igual a igual.
La CUP asegura que el pacto era declarar la independencia sin ningún tipo de adjetivos. Lo aprobado, aseguró Arrufat, “genera una confusión en campo propio que será difícil de reconducir”.
“La CUP no permitirá que esta legislatura acabe sin aplicar los resultados. Queremos dar un mensaje de tranquilidad y no permitiremos que se acabe sin que se pueda aplicar la declaración”.
Quim Arrufat, anunció que propondrá al Consejo Político de su formación suspender la actividad de sus diputados mientras la declaración de independencia esté suspendida, y aseguró que la confianza en el Govern «ha quedado tocada». Arrufat advirtió de que, al no haber sido declarada formalmente la independencia y haber quedado suspendida, su confianza en el Govern de JxSí «ha quedado tocada», y pidió que la suspensión tenga un «límite» que ha propuesto sea de un mes.