El de Añarbe, que cubre el suministro de Donostia, está al 77% de su capacidad. Los Ibaieder y Urkulu, se encuentran cerca del 60%.
La pertinaz sequía que afecta a la península ha reducido también en Gipuzkoa el nivel de lluvias que debería haberse registrado durante los últimos meses y los pantanos del territorio registras niveles más bajos que lo que es habitual en esta época del año.
Aún así y según comunica el Gobierno Vasco, “la situación no es preocupante”. Las cifras marcan una media de un 58% de su capacidad útil en los de Ibaieder y Urkulu, entre otros, al contrario que las balsas de Donostia, Irún y Hondarribia en los que la situación es incluso mejor que el pasado año.
El director de planificación de URA, la Agencia Vasca del Agua, José Mari Sáenz de Galdeano, señala “que la situación no es mala” y apunta que “todavía no es época de lluvias”. Sáenz explica que la situación podría verse agravada si para mayo del próximo año no se produjeran las lluvias, pero que en cualquier caso, los embalses pueden aguantar al menos un ciclo en esta situación. Lo que equivale a casi un año de abastecimiento en sequía.