Ocurría este domingo en el Paseo de los Olmos, en Bidebieta. Los bomberos de Donostia acudían a la llamada de emergencia de una madre que accidentalmente había dejado las llaves en su vehículo cuando su pequeño de 3 años aún estaba dentro.
Con las puertas cerradas el niño no podía salir aunque se encontraba perfectamente. Los bomberos abrieron una de las puertas con un gancho sin que fuera necesario romper ninguna ventanilla y la situación se resolvió con éxito.
Eran poco más de las 8 de la mañana y hacía fresco, circunstancia que evitó el riesgo de que el menor quedara atrapado en el coche con altas temperaturas. La reacción de la madre fue rápida y la asistencia de los bomberos también por lo que en ningún momento el niño corrió peligro alguno.