La Diputación foral de Gipuzkoa ha aprobado, «en su apuesta por la ejemplaridad», un Código para el Empleo Público, según ha explicado el portavoz foral y diputado foral de Gobernanza y Comunicación con la Sociedad, Imanol Lasa.
El objetivo es seguir profundizando en la ejemplaridad, objetividad y excelencia de los empleados públicos forales en el ejercicio de sus funciones, reforzando su imagen de imparcialidad, profesionalidad e integridad. “La actividad de servidor público o de empleado público foral es una profesión cuya finalidad última y esencial es prestar servicio a la ciudadanía. Con esta apuesta fortalecemos y legitimamos la institución, y la confianza de la ciudadanía en la misma”, ha explicado Lasa.
El Código establece dos grandes ámbitos. De una parte los valores éticos y las normas de conducta, que están íntimamente ligados al Sistema de Integridad Institucional aprobado con anterioridad. De otra parte, los principios de buena gestión y las normas de actuación profesional. “Esta división es especialmente oportuna en el caso del empleo público, ya que muchas de las normas de actuación profesional están previstas en el propio proceso de acceso al puesto de trabajo. El código no se conforma con que el empleado público cumpla con las obligaciones legales, sino que busca la calidad y la excelencia en el servicio público”, ha señalado.
En cuanto a los valores éticos, el Código regula aspectos como los conflictos de interés; la eficiencia, con especial atención a la sostenibilidad financiera de la administración foral y a no hipotecar la acción de los gobiernos venideros ni a las generaciones futuras; evitar interferencias externas en la toma de decisiones; justificar las propuestas de resolución o informes o actuaciones en datos pertinentes y técnicos; el uso de información sensible; el de los dispositivos móviles personales; las invitaciones, regalos, viajes o comidas; o la objetividad, especialmente quienes tienen responsabilidad en los procedimientos de acceso, promoción y provisión de puestos de trabajo, de contratación pública, o de tramitación de subvenciones.
En cuanto a los principios de buena gestión, las y los empleados forales se comprometen, entre otros, con el desarrollo efectivo de una política de transparencia-publicidad activa, y de una apertura efectiva de datos públicos, impulsando la reutilización de la información pública, con el fin de mejorar el crecimiento económico y el empleo; con la administración digital, la simplificación de procedimientos y la eliminación de cargas administrativas a la ciudadanía y a las empresas, reduciendo papeleo y el tiempo de respuesta de las peticiones y consultas; así como con la promoción y el uso del euskera.
De igual manera, colaborarán activamente en los procesos de gestión del conocimiento que está poniendo en marcha la Diputación en los próximos años como consecuencia del envejecimiento de la plantilla y el consiguiente número de jubilaciones, para hacer frente a la afectación a determinados puestos nucleares de la organización y a la necesidad de transferencia de ese conocimiento y destrezas a los nuevos empleados públicos que ocupen tales puestos estratégicos.