La joven que en el momento de los hechos tenía 18 años, declara este martes en el juicio contra los miembros de ‘La Manada’, acusados de haberla agredido sexualmente y en grupo durante los sanfermines del año pasado.
Según sus abogados, la joven está nerviosa y muy angustiada por tener que revivir en su relato en Palacio de Justicia de Pamplona, lo sucedido aquel 7 de julio.
Las medidas de protección de la víctima son extremas. La joven no verá ni se cruzará con los acusados, declarará en un habitáculo cerrado. Sus presuntos agresores si podrán escuchar sus palabras a través de un monitor.
Para garantizar la intimidad en el desarrollo del juicio y la sensibilidad de la víctima que sufre de estrés postraumático tras la supuesta violación múltiple a la que fue sometida, el tribunal ha decretado que el juicio se desarrolle íntegramente a puerta cerrada. Ni familiares de los acusados, ni de la denunciante, ni el público en general, ni los medios de comunicación podrán acceder a la sala de vistas. Además, las ventanas de la sala se han empapelado con el fin de que no se pueda ver desde el exterior el desarrollo del juicio.
La joven entrará y saldrá de la Audiencia de Navarra custodiada por la Policía para evitar cualquier contacto visual con los medios de comunicación.
La joven sólo estará presente en el juicio este martes. El proceso se prolongará hasta el próximo 24 de noviembre y en él el Ministerio fiscal reclama una pena de 22 años y 10 meses de prisión para cada uno de los cinco acusados.