Osakidetza potenciará las intervenciones quirúrgicas y las consultas externas en horario de tarde y derivará operaciones a centros privados concertados cuando haya «picos de actividad» para reducir las listas de espera, de acuerdo con el ‘Plan de reducción de listas de espera’ que el consejero de Salud, Jon Darpón, presentará este miércoles en comisión en el Parlamento Vasco y que ya ha sido entregado a los grupos de la Cámara.
El Servicio Vasco de Salud cumple con los objetivos de demora aprobados en 2006: 30 días para operaciones de cáncer, 90 para cirugía cardiaca, 180 para el resto de procedimientos quirúrgicos y 30 para las consultas externas más frecuentes. Los pacientes de la CAV esperan mucho menos que en el resto de España, donde la demora media es de 115 días para una operación y 72,1 para consultas externas, aunque indica una serie de pautas para disminuir esos tiempos.
Entre estas medidas que se adoptan en el nuevo ‘Plan de reducción de listas de espera’ de Osakidetza, figura la de continuar con la «autoconcertación», es decir, contratar a los propios profesionales de Osakidetza para operen fuera de su horario, derivar intervenciones a centros privados cuando haya «picos de actividad» y reforzar la cirugía mayor ambulatoria.
El documento recoge que para 2018 el proyecto de presupuestos del Gobierno Vasco incluye una serie de inversiones por valor de 37,9 millones para reducir la demora en Osakidetza.Este dinero va a permitir ampliar los quirófanos de Basurto (4,9 millones), abrir nuevos en el Hospital de Urduliz (11,2), dotar a Osatek de nuevos equipos de resonancia magnética (3,6) y operar en horario de tarde (18,2 millones)
Se recoge también en la propuesta, la creación de una «Comisión para la mejora en la adecuación de la práctica asistencial y clínica». Este órgano revisará los procesos existentes y estudiará la introducción de técnicas innovadoras y establecerá criterios a la hora de prescribir una operación y al fijar el orden en la lista de espera.
Para las consultas externas, el Plan propone potenciar este tipo de atención en horario de tarde, acordar de manera conjunta los protocolos y criterios de derivación a un especialista, establecer consultas específicas de enfermería y estudiar que las pruebas complementarias se hagan en otros centros cuando haya «picos de actividad».