Terminó en tablas el partido entre el Girona y la Real en un día donde los vascos abrieron el marcador a los pocos minutos de juego. Fueron los vascos quienes dominaron la primera parte, pero en la segunda el Girona aprovechaba los errores de los visitantes para acercarse a Rulli, donde en una jugada -con polémica- lograron empatar. La Real pudo ganar el partido gracias a las claras ocasiones con las que contaron, pero el balón no quiso entrar.
Al igual que en el último partido a domicilio de la Real (Getafe), los donostiarras abrieron el marcador a los pocos minutos del inicio del inicio. En ambas jugadas, Oyarzabal fue protagonista. Si en Madrid marcó tras la asistencia de Januzaj, esta vez fue él quien dio el último pase a Willian José para que el brasileño dejase congelado a Bernardo tras un breve regate. El balón se introdujo en la portería de Bounou con un preciso chut con la zurda. Definición perfecta.
Minutos antes del gol visitante, los de Machín presionaron tanto a la Real en varias que jugadas que tuvieron que encerrarse atrás, contando con severos acercamientos, aunque sin peligro.
Tras abrir el marcador, la Real dominaba el partido, especialmente el centro del campo. Los de Eusebio Sacristán asfixiaban la creación de juego de los gerundenses, por lo que no les permitían avanzar en el campo.
Misma tónica que en Getafe, pero con diferente final
Hasta la hora de partido no llegó lo que importa a los equipos: ocasiones y goles. En el 61′, Gero Rulli salvó con el pie un gol local cuando todo Montilivi ya estaba a punto de celebrar el gol de Portu. Pero dos minutos más tarde, sí que lo pudieron hacer. En el inicio de la jugada del gol, jugadores de la Real pedían una mano local. El colegiado no señaló nada, y la jugada avanzó con un pase largo hacia Portu, éste centró al segundo palo justo desde la línea de fondo para que Stuani superase a Llorente y empatar el partido gracias a un testarazo. Jugadores de la Real pedían al árbitro falta en el salto.
Poco después, Bounou fue nombrado el salvador del partido. Januzaj aprovechó un mal entendimiento de la defensa gerundense para que recibiera un balón y así encarar solo ante el meta. El marroquí rechazó el balón sin problemas ya que el disparo del belga se estrelló en él.
Sin nada más destacable, concluyó el partido. Cualquiera de los dos equipos pudo vencer en un día donde el partido no llegó a tener un dominador claro. En la segunda parte, pese a los fallos, la Real tuvo tres ocasiones muy claras, pero las jugadas se finalizaron sin éxito local; en cambio, sí visitante. Empate con sabor a derrota para la Real.