Luis Navajas, que sucederá en la Fiscalía del Tribunal Supremo a José Manuel Maza, fue el impulsor en 1989 de la investigación a miembros de la Guardia Civil destinados en el cuartel de Intxaurrondo.
Tras la muerte de José Manuel Maza, el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, es ahora el fiscal general del Estado en funciones.
Nacido en Granada en 1948, Navajas ingresó en la carrera fiscal en 1976 y fue nombrado en 1987 fiscal jefe de la Audiencia de San Sebastián, cargo que ejerció 16 años hasta que en 2003 abandonó Euskadi para ocupar el puesto de fiscal de Sala del Tribunal Supremo.
Navajas dejó su impronta en Euskadi por varios circunstancias relacionadas con el ejercicio de su carrera mientras estuvo en territorio vasco, sus actuaciones contra miembros de la ilegalizada Batasuna, su participación en el caso de Mikel Otegi y el informe, conocido precisamente como el Informe Navajas, con el que trató de investigar unas supuestas tramas de corrupción en el cuartel de Intxaurrondo de la Guardia Civil.
Hasta la muerte el pasado sábado del fiscal Maza, Navajas era partícipe de las actuaciones y querellas contra el expresidente catalán Carles Puigdemont y el resto del Govern por delitos de rebelión, sedición y malversación, y contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y los miembros de la Mesa que tramitaron la declaración de independencia.
Días antes de la presentación de las querellas, Navajas ya advirtió en unas declaraciones públicas que el Ministerio Fiscal adoptaría «con serenidad, pero con firmeza», «todas aquellas medidas y resoluciones» para revertir el «agravio al Estado de derecho y a la ley» que suponían las acciones de la Generalitat.
Será él, como sustituto del fallecido jefe de la Fiscalía, quien continúe ahora con este proceso judicial.