Varios medios franceses se hacían eco de la denuncia de la familia de uno de los jóvenes de Dax, Guillaume Collet, que falleció junto con su amigo Fabien en el trágico accidente de tráfico que se registraba en Irun el domingo 12 de noviembre.
Según las declaraciones de la familia Collet, ellos dieron orden de incinerar el cadáver del joven al crematorio de Polloe.
Poco después descubrieron que los cuerpos de los dos fallecidos habían sido identificados de manera erronea y que el que se había incinerado era el cadáver de Fabien, al que su propia familia creía estar velando después de haberlo trasladado ya una funeraria de Dax. El cadáver de Guillaume, era en realidad el que estaba en el velatorio. Fue un amigo de Fabien el que se dio cuenta del desgraciado error.
En una situación tan delicada, la familia denunció el hecho y de manera comprensible, levantó una gran polémica. Se abrió una investigación para determinar las causas de este doloroso error que al parecer se produjo en la cadena de custodia e identificación de los cuerpos.
El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, ha asegurado que el crematorio donostiarra de Polloe no tiene «niguna responsabilidad» Al parecer, debido a un error en la identificación, se produjo un intercambio de los cadáveres y uno de ellos se incineró en la capital guipuzcoana, cuando tenía que haber sido trasladada al tanatorio francés de Dax.
En rueda de prensa en San Sebastián, Goia, a preguntas de los periodistas, ha explicado que este mismo martes ha hablado con el gerente de Polloe para «saber qué había sucedido» y ha defendido que por parte del crematorio donostiarra «no hay ningún error, ni ninguna responsabilidad». «A Polloe la entrega del cadáver se la hace la funeraria, con toda la documentación acreditativa de que la identidad es la que se dice, con toda la documentación del juez, en una caja cerrada», ha apuntado.