A dos de los ocho acusados se les imputa un delito de desobediencia por poner una pancarta en contra del actual modelo turístico y dificultar su retirada, y a los otros seis se les atribuye un delito de daños por ocupar de forma «no violenta» el acceso de un hotel.
El colectivo Eleak-Libre ha denunciado hoy el procesamiento y considera que estas acciones «no pueden ser consideradas delitos», sino que se encuadran en el ámbito de los «derechos democráticos» de libertad de expresión, organización y movilización.