Técnicos del Ayuntamiento de Zestoa y el Obispado de Gipuzkoa comenzarán hoy lunes a calcular los daños ocasionados por el relámpago que cayó el viernes en la parroquia de la Natividad de María.
El objetivo será determinar si finalmente podrán restaurar la torre del campanario o habrá que tirarla entera. Además, se espera que abran la plaza y las calles adyacentes a la iglesia, las cuales han permanecido cerradas durante todo el fin de semana por temas de seguridad.
El pasado viernes hacia las 21:30 horas un rayo impactó en el campanario de la parroquia, y como consecuencia, la cúpula cayó en pedazos. Afortunadamente, las inmediaciones del edificio se encontraban vacías, y no hubo que lamentar heridos. El impacto provocó un gran estruendo que se escuchó en todo el pueblo.