La borrasca «Ana» provocó ayer desplomes de árboles, ramas, cascotes y piedras sobre algunas carreteras, así como la caída de contenedores, vallas y letreros en las calles de varias localidades debido a su vientos de más de 120 km/h.
Hoy en cambio el viento ha perdido el protagonismo en favor de la lluvia y el Departamento de Seguridad ha desactivado el Plan de Protección Civil de Euskadi.
Euskalmet preveé que las precipitaciones concederán una tregua durante las horas matinales y a partir de la tarde volverán los chubascos, más intensos en la zona cantábrica y acompañados de tormenta y granizo en la costa.