Los trenes de alta velocidad alcanzarán los 350 kilómetros por hora, uniendo la capital de la CAV con Burgos en 30 minutos y con Madrid en 2 horas y 5 minutos.
El tramo del TAV Vitoria-Burgos solo transportará pasajeros, a pesar de que el Gobierno Vasco era partidario de que también trasladara mercancía, para «dar continuidad a la ‘Y’ vasca con sus mismas características y funcionalidades».
El coste del proyecto oscilará entre 1.185 y 2.000 millones de euros en función de las alternativas que finalmente se elijan en algunos de los tramos, unas cuantías «sensiblemente menores a las que se habían barajado con anterioridad», según ha valorado el Ayuntamiento de Vitoria.
El objetivo es que las obras de este tramo coincidan en fecha con la finalización de la ‘Y’ vasca, que se estima para el año 2023.