Nueva derrota de la Real. Tras tener todo el parón para preparar este partido, le gana un equipo que llegaba a esta jornada tras jugar en Copa. Los de Eusebio tuvieron que materializar las ocasiones que tuvieron en el primer tiempo, pero la falta de puntería les privó de ello. El Leganés, por su parte, fue el más listo de la clase y supo cuándo tenía que hacer daño a la Real: en la segunda parte, y especialmente al inicio de ella. Gabriel fue el goleador del partido tras un regalo de Llorente cometiendo una falta lateral.
Repetía Eusebio Sacristán alineando a Iñigo Martínez en el lateral izquierdo. Pero esta vez, el jugador habitual que ocupa esa plaza, Kevin, se encontraba recuperado de su lesión en el banquillo. Otra de las novedades en la Real era que Canales ocupaba en banda el lugar del lesionado Januzaj.
En el inicio del partido ocurrió una cosa que no suele ser habitual. El equipo local ha sido, normalmente, quien quiere comenzar dominando por el mero hecho de jugar en casa. Esta vez ocurrió al contrario. El conjunto donostiarra llevó el control del juego en casi toda la primera mitad, siendo merecedor de marcar algún gol para la conclusión de ésta. Pero dicho control se pudo ir al trasto en el minuto 6. Llorente perdió un balón muy importante en la frontal y Gabriel, que recibió en la frontal, chutó a puerta y obligó a Rulli a que volase. Aquel que vuelva, aquel que se aterriza. En este caso, el argentino tuvo un ‘aterrizaje’ fortuito y necesitó la presencia de los médicos de la Real.
Corría el 17′ de partido cuando los de Eusebio salieron a la contra y casi marcaron. Canales recibió un balón en el área y al tardar demasiado en chutar, la zaga pepinera desvió el peligro. Pero el ataque realista no quedó en eso. Los vascos, que recibieron el balón que desvió el Leganés, colgaron un balón al área para que Willian José anotase un testarazo. Dicho remate se realizó muy flojo y el balón acabó en las manos de Cuéllar.
A la media hora, los de Asier Garitano perdonaron. Robaron el esférico cuando la Real atacaba e intentaban aprovechar los huecos. Les salió bien la jugada, pero no la acabaron como querían. Beauvue intentó controlar con el pecho el pase cruzado de El Zhar, pero el control fue nefasto y no pudieron anotar el primero de la mañana.
En el tramo final de los primeros 45 minutos la Real tuvo dos muy claras. Primero, Oyarzabal; después, Illarramendi. En la primera jugada, Odriozola se personó en el área tras una bonita triangulación entre Llorente, Canales y él. Cedió el balón a Oyarzabal para que chutase a portería. El esférico terminó dando en el cuerpo de Cuéllar y saliendo de la línea de fondo. Y un minuto más tarde, Illarra, sin pensárselo dos veces, ejecutó un disparo cruzado hacia la escuadra derecha de Cuéllar. Éste sacó a pasear sus puños para que no se le colase el balón.
Estrada Fernández dio por finalizada la primera parte cuando Oyarzabal tenía el balón controlado dentro del área pepinera.
Al inicio de la segunda parte ocurrió una cosa que es muy habitual en la Real: el equipo baja el pistón, y el rival, conocedor de ello, se aprovecha de ello. Los de Eusebio tuvieron cinco minutos que vivieron con mucha tensión. En una jugada, Zaldua recibió un pase y conduciendo el balón se metió hasta la cocina para chutar. Rulli realizó una nueva parada y el Leganés contaba con un córner. Dos Santos remató de cabeza tras un rechace dentro del área y nuevamente Rulli saltó lo justo para desviar a córner.
El anterior remate de Zaldua no sería su único del partido. En el 68′, el Leganés sacó de esquina y el lateral cedido por la Real, que estaba colocado en el primer palo, se desmarcó, remató de cabeza y el balón, muy bombeado, dio en el larguero. La grada ya cantaba el gol.
Estaba más cerca el gol del Leganés que el de la Real. Y así sucedió. Llorente cometió una falta lateral sobre Guerrero, regalando muy claro una falta para los de Garitano. Eraso fue quien colgó al área el balón, y Gabriel, en cambio, quien remató con el muslo, marcando el primero del partido. Los jugadores pedían fuera de juego del capitán, pero fue un gol legal. Es de nombrar cómo Rulli se comió el balón cuando se echó hacia adelante con los puños para despejar el balón. Por las sensaciones que transmitía la Real la remontada era imposible, y empatar muy difícil.
Eusebio no tenía más remedió que meter a Bautista y jugar de delantero junto a Willian José..
La Real Sociedad quería pero no quería. El Leganés estaba cada vez más fuerte en defensa y no dejaba a la Real que hiciera nada. Todos los balones colgados al área eran atrapados por Cuéllar.
La semana que viene recibe la visita de un FC Barcelona que está en una forma excepcional. Ya va siendo de dar una alegría a tu afición, Real…