La Real suma una nueva derrota y son derrotas que cada vez duelen más. El conjunto donostiarra está más cerca del descenso y no hay manera de remontar el vuelo. Los locales tomaron ventaja con gol de Willian José y Iago Aspas empató desde los 11 metros. El brasileño erró un penalti con el 1-1 y en la segunda parte Maxi Gómez anotó el 1-2 cuando era la Real quien dominaba el encuentro.
Se veían las caras en Anoeta dos equipos que comparten el estilo de juego. Es por ello que uno de los dos tenía que dar con la tecla para superar al rival y hacer gol. Aplicando esta teoría, la Real intentaba salir de atrás tocando el balón, pero por culpa de la alta presión del Celta, dejaban sin ideas a los realistas. Pese a ello, los de Eusebio lograron avanzar en varias ocasiones y amenazaron muchísimo por la derecha. Los abundantes centros de Xabi Prieto y Odriozola desde esta banda surtieron efecto, ya que Willian José logró adelantar a la Real en el marcador tras un testarazo en el segundo palo.
El Celta de Unzué quería intentar poner el empate en el electrónico cuanto antes. Es así que los celestes salían a la contra para aprovechar los huecos que había en campo realista. Iago Aspas colgó un balón al área que llegó a cruzar el área pequeña sin que encontrase rematador. Y justo en la jugada anterior, Willian José llegó a rozar con la cabeza el balón que colgaron desde la derecha, pero sin que el esférico cogiera dirección portería. Del posible 2-0 al casi 1-1, en escasos segundos.
Dos penaltis en cinco minutos
Poco después Mateu Lahoz señaló pena máxima para el Celta en el 20′ de partido. Juanmi llegó a bajar el balón con el pecho un balón que colgaron los celestes dentro del área; sin embargo, el colegiado valenciano pitó y tardó en señalar el dudoso penalti, ya que el delantero malagueño fue derribado dentro del área. Iago Aspas materializó el penalti y puso el empate en el marcador.
No pasaron cinco minutos para que Mateu Lahoz pitase otro penalti; esta vez en la portería opuesta. Canales quiso rematar en el primer palo el centro de Odriozola pero sufrió un agarrón de Lobotka, que acabó derribado el ’16’ realista. Willian José sería el encargado de lanzar el penalti; no obstante su intención de engañar a Rubén Blanco por la parte alta de la portería se fue al traste ya que el balón se estrelló en el larguero.
Ambos equipos llegaban a crear peligro, pero fueron los de Unzué quienes tuvieron más cerca el gol antes del descanso: en una misma jugada, tres claras ocasiones. Sisto, que quedó solo ante Rulli, disparó y el meta argentino llegó a desviar con el pie, y después ni Wass ni Maxi Gómez pudieron aprovechar los rechaces, ya que el balón en ningún momento cruzó la línea de la portería de Rulli.
Dominio sin gol
La Real Sociedad mostró una cara que no suele ser muy habitual en ella en la reanudación de la segunda parte. Desde el primer minuto comenzó a dominar, metiendo cada vez más atrás al Celta, achuchando a los celestes. En las anteriores veces, la Real bajaba el ritmo y el rival, sabedor de ello, aprovechaba para adelantar las líneas y ser quien lleve la batuta del partido.
Sin embargo, el Celta aprovechó un fallo que cometió la Real para adelantarse en el marcador. En un saque de esquina, Rulli hizo el intento de salir a por el balón, pero al hacerlo con dudas, decidió retroceder y perdió la posición. Es así que Maxi Gómez remató de cabeza y el meta argentino no pudo llegar a desviar el esférico. Jarro de agua para para los locales.
La Real quería reaccionar al tanto vigués. Januzaj tuvo una muy clara en la frontal tras un pase de Xabi Prieto pero su disparo se marchó muy desviado por el lado derecho de la meta de Rubén Blanco.
Eusebio no tenía más remedio que poner toda la carne en el asador y decidió dar entrada al campo a Agirretxe a falta de diez minutos para el final. Como era de esperar, los aficionados recibieron de una forma excepcional al delantero usurbildarra. Con éste en el césped, la Real contaba con dos amenazas aéreas.
La Real quería pero no podía. Además el Celta introdujo un central en lugar de un delantero, por lo que era aún más difícil lograr el empate. El descenso cada vez está más cerca y los puestos europeos cada vez más lejos. Hay que remontar el vuelo.