Biolaster, especialistas en apoyo tecnológico y científico para la mejora de la salud, de la forma física y del rendimiento deportivo, han estudiado la ciudad de Arizona que se encuentra a 2100m de elevación, la cual comenzó a recibir atletas de elite en preparación para las olimpiadas de la ciudad de México (2250m altitud) en 1968. Estos buscaban un entorno en altitud donde preparar competiciones nacionales e internacionales de alto nivel.
Desde entonces y debido al crecimiento e interés en el “entrenamiento en altitud”, la Universidad de Northern Arizona (NAU) abrió en su campus el “Center for High Altitude Training” para dar mejor servicio a la multitud de atletas que acudían a su población, desde nadadores a corredores de pista.
En el periodo de 1995 a 2008, el centro se estableció como una de las organizaciones preeminentes coordinando concentraciones deportivas en altitud, acogiendo cientos de medallistas olímpicos y miles de deportistas de equipos de 14 países, y 16 modalidades deportivas diferentes (de resistencia mayormente).
Dan Bergland es un fisiólogo deportivo que realiza preparación en altitud a deportistas en HYPO2, Flagstaff; según comenta Bergland, “el entrenamiento en altitud a 2100m puede elevar el hematocrito un 4-5% en 4 semanas, si se añade una semana más puede incrementarse al 6-7%. Puede parecer un pequeño porcentaje pero esos incrementos acaban siendo una mejora aproximada del 1,5% en el rendimiento, lo que representa una inmensidad en el mundo del atleta de elite».
Según comenta Bergland, «los datos olímpicos demuestran que todos los atletas de deportes de distancia norteamericanos que ganaron medallas, entrenaron en altitud». Dan cita la formula LHTHL, vivir y entrenar en altitud con algunos entrenamientos a menor altitud (1400m) «óptimamente, para una concentración en altitud, quieres estar en altitud al menos 19h/día».
No todo el mundo puede pasar 3-4 semanas en altitud real (~1800-3500m), en tal caso, el entrenamiento en altitud simulada puede ser tan interesante y útil como la concentración en altitud real.
Bergland también recomienda a los atletas fortalecer su musculatura inspiratoria lo que les ayudará a ventilar mejor, e ingerir ciertos tipos de nitratos. La investigación ha encontrado que beber zumo de remolacha, por ejemplo, incrementa la capacidad de transporte de oxígeno de las células rojas.