El propietario de un bar de Irun ha sido condenado a tres meses de cárcel y a indemnizar con 53.657 euros a un cliente al que le sirvió líquido de lavavajillas en lugar del mosto que solicitó este hombre, por lo que sufrió lesiones en el esófago.
Los hechos se remontan al 9 de julio de 2012, el hostelero rellenó una botella de mosto vacía con el líquido de lavavajillas que tenía en un bidón para ir añadiendo el líquido limpiador a la máquina, una operación que «repitió varias veces» a lo largo de la jornada.
Sobre las 20:30 horas de ese mismo día, la víctima acudió con unos amigos al establecimiento y pidió varias consumiciones, entre ellas un mosto. Entonces, el acusado tomó la botella de mosto «rellenada con el corrosivo líquido lavavajillas, sin percatarse del fatal descuido», y lo sirvió en un vaso.
«Al darle un trago a su consumición la víctima notó inmediatamente cómo se abrasaba la boca y el esófago, cayendo al suelo presa del dolor», donde fue «inmediatamente atendido por su cuadrilla» y por el hostelero que asimismo dio aviso telefónico al servicio de urgencias.
A consecuencia de estos hechos, el perjudicado sufrió «una esofagitis necrótica difusa, estenosis esofágica distal y gastritis antral», lesiones de las que tardó 148 días en recuperarse y en los que estuvo impedido para sus ocupaciones, 17 de ellos hospitalizado. Como secuelas padece estenosis esofágica con disfagia para sólidos y gastralgia.
Por estos hechos, se considera al encausado responsable de un delito de lesiones imprudentes por el que le impone tres meses de prisión y le inhabilita para cualquier oficio relacionado con la hostelería durante el mismo periodo, además de obligarle a compensar al perjudicado con 53.657 euros.