La vestimenta propia de esta disciplina se caracteriza por ser gruesa y cubrir el cuerpo completamente, ya que la mayoría de técnicas de agarre, proyección, control y estrangulamiento se basan en agarres sobre el propio judogui (vestimenta clásica de judo), que ha de ser suficientemente resistente para soportar continuos tirones en cada sesión. Además de esto, se está en constante contacto y fricción con el adversario, tanto más en la fase de suelo.
El objetivo del reciente estudio (Carballeira y col, enero 2018) ha sido identificar los efectos de la refrigeración corporal superficial en las respuestas fisiológicas en ambiente húmedo y caluroso durante entrenamiento en una concentración internacional de judo.
16 judokas de alto nivel (8 mujeres y 8 hombres) participaron en el experimento siendo aleatoriamente asignados al grupo C (n=8 judokas sin refrigeración) y al grupo V (n=8 judokas con chalecos refrigerados durante los periodos de recuperación de la sesión de entrenamiento, 8 asaltos de 5 min. con 5 min. de descanso, y 10 minutos posteriores al entrenamiento).
Hubo interacciones temporales por grupo para la variabilidad de frecuencia cardiaca VFC y del ratio dehidropiandosterona-cortisol DHEA/C. El grupo “refrigerado” preservó mejor el control cardiaco autónomo comparado con la gran disminución del grupo “no refrigerado”.
Además, el grupo que uso los chalecos refrigerantes mostró un incremento de DHEA/C pre a post sesión basado en una moderada disminución de cortisol concomitante con un pequeño aumento de DHEA.
Inversamente, el grupo control que no usó prendas refrigerantes, mostro un moderado efecto por incremento de DHEA y un pequeño efecto por aumento de cortisol tras el entrenamiento.
Los autores del estudio concluyen que “los chalecos refrigerantes disminuyeron el esfuerzo cardiovascular y el impacto hormonal de las sesiones de entrenamiento de judo en atletas de alto nivel y pueden considerarse con propósitos de recuperación durante ejercicio en ambientes húmedos/calurosos”.