A los 20 minutos de partido la Real mandó el partido al traste tras recibir tres goles. El cambio de sistema no funcionó y seguía habiendo huecos en el campo, que fueron aprovechados muy bien por el rival. Toño, que debutó en Primera, no tuvo su mejor día. Los goles de Llorente y Willian José solo sirvieron para maquillar el resultado.
Eusebio Sacristán, tras mucho tiempo, se dio cuenta de que el sistema y el juego utilizado estos meses no surgen efecto y decidió revolucionar, siendo la entrada de Toño en la alineación el cambio que más destacó. Alineó un sistema con tres detrás, cuatro en el centro de campo y tres en ataque. Nulo.
A los 30 segundos la Real llegó a crear peligro, pero sin acierto. Oyarzabal recibió un balón a escasos metros de la portería sin que llegara a rematar. Y si con una llegada los donostiarras tuvieron una ocasión, en la primera del conjunto amarillo llegó el gol. Samu Castillejo sacó de esquina un balón que tendría que ser atrapado por Toño, pero el debutante en Primera dudó y tras perder el sitio, Víctor Ruiz se anticipó a Navas para abrir el marcador con un testarazo.
De sorpresa llegó el segundo gol ‘Groguet’. Raúl Navas metió en un marrón a Toño tras pasarle el balón con la alta presión del Villarreal. El portero quiso deshacerse rápido con el balón pasando a Llorente, pero el pase llegó a los pies de Bacca para que este cediera a Fornals y marcara a portería vacía. Con una llegada, dos goles.
Ni con el nuevo sistema se reducían las pérdidas de balón de la Real, incluso aumentaron. Y no solo eso; el hecho de jugar con tres atrás hacía que hubiera más huecos, ya que Odriozola y Januzaj estaban muy adelantados. Pues por esta razón llegó el segundo gol del Villarreal. Illarra perdió el balón en el centro del campo (zona muy delicada) y Enes Ünal cogió dirección portería sin quitar el ojo a Bacca, que superó a la zaga realista y recibió un balón entre líneas y así batir a Toño. Todo esto en 20 minutos; sí, 20.
No para la sangría de los goles en contra
La Real contó con una falta lateral a favor. Con el ánimo hundido, los realistas querían maquillar el marcador. Illarra colgó el balón al área para que fuera rematado por Llorente y poner el 3-1 en el marcador. Esa pequeña subida de ánimo no valió para nada para los donostiarras, ya que a falta de 10 minutos para el final de la primera parte el Villarreal marcó el cuarto. Fornals abrió el balón a banda hacia Castillejo y éste, que avanzaba a la portería sin presión ninguna, batió a Toño por el palo derecho, sin que el de Logroño pudiera hacer algo.
La Real no tenía más remedio que salir a la heroica en la segunda parte, para que, aunque sea, se maquillara un poco la derrota. Los de Eusebio aplicaron la teoría y fueron a por ello. Tuvieron varias llegadas al área del Villarreal, pero solo en una lograron la fortuna: el gol. Illarra recuperó un balón en la frontal del área local y después de que el balón pasara por los pies de Zubeldia, fue finalmente Willian José quien chutara a puerta y batiera a Asenjo con un zurdazo raso y fuerte. Había esperanzas, quedaba media hora por delante.
La Real Sociedad no podo aguantar el ritmo y el Villarreal comenzó a destacar. Es así que a 20′ del final pudo sentenciar el partido; sin embargo, Toño se lució para detener un disparo a Ünal que fue parecida a la del gol de Castillejo.
La posible remontada cada vez se veía más lejos ya que el final estaba más cerca. La Real llegó a ver puerta, pero en ningún momento llegó a errar Asenjo, por lo que el balón no llegó a cruzar la línea de la portería. Acabó el partido; la Real sumó una nueva derrota y tiene que pensar cómo parar esto.