Más allá de todo el odio que ha generado la marcha de uno de los «capitanes» de la Real al eterno rival, el Athletic Club, cabe destacar la cantidad de incoherencias cometidas por el protagonista de toda esta trama, Iñigo Martínez.
Ya es oficial. Somos sabedores de la marcha de Iñigo Martínez. Cambia La Concha por el Guggenheim . Anoeta por San Mamés. El azul por el rojo. Todo esto, dejando a un equipo, a «su equipo» con tan solo tres centrales para afrontar el tramo final de la temporada.
Sin tener en cuenta todo ello, Iñigo ha estado desatinado en muchas de sus desafortunadas declaraciones.
Incongruente como nadie, el ya jugador del Bilbao, declaró lo siguiente en 2014: «No creo que el rival pague 30 millones por mi, para nada. No me iría al otro bando, para nada». Tal cual. Año 2018 y éste se encuentra en el «otro bando». Está bien. Uno puede cambiar de opiniones, pero la coherencia debe estar presente. Y es que, de la misma frase podemos sacar otra de las muchas incoherencias cometidas. En la presentación como jugador del Athletic, indicó que: «Nunca me ha gustado cerrar puertas a nadie» cuando había dicho que ni loco dejaría la Real para fichar por los vecinos, cerrando así la opción de cambiar de aires. Esto no queda aquí. Hay más, mucho más. Hace no mucho, salían a la palestra unas palabras de Iñigo, e indicaba que: «Para ser capitán hay que valer, y yo valgo». Arrogante a más no poder y nuevamente incoherente. Macho, si dices que vales para ello, no te vayas por la puerta de atrás y sin lograr ser el portador de tan preciado brazalete. Y hablando de capitanes, Iñigo señalo que Xabi Prieto era su «referente» y así es como lo ha demostrado, dejando colgado colgado a su equipo y a toda la parroquia blanquiazul.
En fin, sin tener en cuenta el daño personal como deportivo que ha causado este movimiento en el entorno donostiarra, queda más que aclarado lo incoherente que ha sido el bueno de Iñigo, también conocido como: Incoherente Martínez.