Un pescador tailandés apareció en su casa siete meses después de que su familia realizara la incineración de su cuerpo y organizara su funeral, al haber recibido por parte de las autoridades un cadáver que creían era el de su familiar. En realidad, Shakon Sacheewa, de 44 años, llevaba trabajando en un buque pesquero más de un año seguido y cuando volvió a su casa se enteró de que oficialmente estaba muerto y enterrado.
En mayo las autoridades habían entregado a su familia el cuerpo de un hombre hallado muerto en un piso de Bangkok. El cadáver se encontraba en estado de descomposición, pero con documentación de Shakon. Parece ser que este hombre le había robado los documentos personales y los utilizaba en beneficio propio. El pescador, en su momento, ya había denunciado este robo.
Los familiares, en el momento de recibir el cadáver, ya notaron algo extraño, tenía una pieza dental en el lugar en el que le faltaba desde hacía tiempo. Sin embargo el personal del tanatorio les convenció de que era el cuerpo del pescador, que se lo llevaran para su entierro, pues ya estaba en un proceso muy avanzado de descomposición, y por ese motivo daba lugar a dudas. La madre de Sacheewa había recibido tres mil dólares como ayuda para el funeral y los ahorros de su pensión.