La Real dice adiós a la Europa League. No logró remontar la eliminatoria aunque tuviera sus opciones, pero el partido se enrevesó en tres minutos con la expulsión de Navas, penalti de Rulli (que fue gol) y la lesión del argentino. Todo esto sucedió a falta de 15 minutos. Antes, la Real comenzó por detrás tras el gol en el minuto 10 de Dabber. Navas puso la igualada en el 28′.
Difícil pero no imposible. Los 1.900 aficionados realistas que viajaron hasta Salzburgo creían en su equipo, creían que en la Real disputara los octavos de final. La realidad era que quedaban 90 difíciles minutos, sin que nada estuviera decidido. Al final, pese a tener sus opciones, la Real dijo adiós a la UEFA Europa League.
La remontada pudo comenzar bastante rápido. Zurutuza recuperó un balón en el centro del campo, avanzó junto a él y al ver cómo Oyarzabal se encontraba solo en el segundo palo decidió centrárselo. El de Eibar, sin molestia de ningún defensor, midió mal los tiempos y su testarazo se marchó arriba, estrellándose en el larguero.
Y del posible 0-1, llegó el 1-0. De la Bella no controló como debió el pase de Rulli, y tras una media carambola, los austriacos recuperaron el balón en la zona de tres cuartos del campo. Lainer recibió el esférico cerca del córner derecho tras una bonita triangulación al primer toque; realizó un centro raso fuerte al primer palo para que Dabbur batiera a Rulli por bajo con un disparo raso. Golpe duro para una Real que tenía la obligación de marcar, mínimo, dos goles para estar en los octavos.
La Real no se deshizo y creía que era posible. Es así como llegó el gol de la igualada, casi a la media hora: creyendo. Sergio Canales botó el balón desde el córner derecho a un Raúl Navas que marcó aprovechando su poderío aéreo. El cancerbero local, Walke, llegó a tocar el balón pero no lo suficiente como para evitar el gol.
Al minuto, la ilusión del gol casi se convirtió en desilusión para los txuri urdines. Dabber ejecutó un disparo dentro del área y el balón dio en el brazo de Illarramendi. El colegiado no señaló nada pese a las duras protestas de los jugadores del Salzburgo, aunque es cierto que fue mano pero no intencionada, ya que el de Mutriku hizo el movimiento de pegarlo a su pecho.
Con el 1-1 el partido llegó al descanso. Pese a que hubiera goles, la eliminatoria aún seguía abierta para ambos equipos. Nada se había decidido en los primeros 45 minutos.
Tres minutos dan para mucho…
En la reanudación, Eusebio decidió cambiar de sistema y jugar con tres atrás. Quitó a De la Bella para dar entrada a Llorente, para que así Odriozola y Januzaj fueran los carrileros.
El partido deambulaba sin que ningún equipo crease mucho peligro. Peligro no, pero en cuestión de tres minutos cambió, y mucho, la tónica del partido. Raúl Navas cometió falta sobre Hee-Chan Hwang y recibió la segunda amarilla, teniendo que coger el camino hacia los vestuarios. Después, Gero Rulli cometió penalti sobre el mismo jugador que provocó la expulsión. Pese a que el argentino acertase el lado y tocase el balón, finalmente cruzó la línea de gol y el Salzburgo puso el 2-1. Y ya para poner la guinda al pastel, Rulli pidió el cambio por lesión, y así, Eusebio agotó el tercer cartucho dando entrada a Toño.
Quedaban 15 minutos para que la Real marcase el 2-2 y forzase la prórroga. La más clara para la Real en el tramo final del partido fue el disparo de Januzaj en el 86’. El belga controló el balón dentro del área y su disparo fue directo al pecho del cancerbero, evitando que los de Eusebio igualasen la eliminatoria. La Real sacó la casta en los minutos finales cuando tuvo que hacerlo durante los 85 anteriores.
La ilusión de hacer algo de historia en la Europa League acabó en cuanto el colegiado señaló el final del partido. Como era de esperar, los jugadores de la Real se encontraban dolidos, tirados en el césped, lamentando el merecido no pase de ronda. Con la eliminación también en Copa, a la Real le queda una única baza para salvar la temporada: LaLiga. Toca levantar el ánimo.