La Audiencia de Gipuzkoa ha condenado a siete años de prisión a un varón por abusar sexualmente de la hija de su compañera sentimental cuando la joven tenía 17 años. El hombre ha sido condenado como responsable de un delito continuado de abusos sexuales por el que, además de la citada pena de cárcel, tendrá que indemnizar con 6.000 euros a la víctima y no podrá comunicarse con ella en un período de diez años.
Los hechos ocurrieron en 2004 en el domicilio familiar, situado en una localidad de la comarca de Oarsoaldea, donde el procesado convivía con la víctima y la madre de ésta. Según el escrito de acusación del Fiscal, el hombre coaccionó a su hija adoptiva para que, a pesar de su «contumaz resistencia», se desnudara, y le permitiera practicarle diferentes tocamientos en la zona genital. El texto del Ministerio Público detalla que, al día siguiente de este incidente, el procesado pidió a la joven que le masturbara, «cediendo finalmente ésta en su oposición».
La víctima, que ahora tiene 31 años, aseguró que su padre la coaccionó para que accediera a las continuas proposiciones que le hizo «durante meses», cuando su madre no estaba en el domicilio, con el pretexto de que pretendía quitarle el «miedo al sexo» que padecía, debido a una tentativa de violación que había sufrido previamente por parte de un vecino.
La mujer explicó asimismo que no se atrevió a denunciar lo sucedido por «miedo», hasta que sus progenitores se separaron y le contó lo ocurrido a su madre.