La Policía Nacional incautó diez toneladas de almejas japónicas capturadas presuntamente por furtivos en Portugal e introducidas ilegalmente en el estado español, en el que han localizado una veintena de viveros, algunos de ellos en Gipuzkoa, que habrían comprado este marisco para distribuirlo con documentación falsificada.
Parece ser que la organización criminal compraba las almejas a furtivos portugueses en torno a los 3 euros el kilo, para después venderlas a los viveros españoles a unos 7 euros el kilo, un precio que alcazaba los 12 euros al llegar este producto al mercado español.
Los agentes han realizado 19 entradas y registros y 20 inspecciones administrativas en cuatro provincias. Así, se ha investigado a 20 personas jurídicas y a dos personas físicas por los delitos de falsedad documental, marisqueo ilegal, fraude fiscal y blanqueo de capitales.