Un grupo de religiosos y laicos guipuzcoanos han firmado un manifiesto titulado ‘No a espaldas de la diócesis’, en el que acusan al obispo José Ignacio Munilla de haber provocado un agujero económico de más de un millón de euros en las cuentas de la Iglesia de Gipuzkoa.
Denuncian que parte del déficit se debe a una pérdida de 700.000 euros en valores del Banco Popular, y 500.000 euros más en el mantenimiento del patrimonio. Los firmantes del manifiesto dicen que, «llevamos varios años cargando con un agujero de un millón de euros para arriba cada año. En ningún momento se presenta el balance de situación del Obispado, único instrumento para poder comprobar las causas que han podido originar este agujero», añaden. Además, creen que ahora, el obispo pretende «tapar esa deuda con una reestructuración patrimonial».
Por todo ello, instan a que se realice «una auditoría externa» que aclare la situación. «Además, pedimos una información veraz y transparente sobre la venta de diversas viviendas en el centro de la ciudad, así como de las viviendas cuya venta pueda estar en curso», añaden.
El Obispado de San Sebastián, por su parte, ha defendido la «profesionalidad, prudencia y transparencia»con la que, según explica, gestiona «el patrimonio recibido por sus fieles, al tiempo que recuerda que sus cuentas «son publicadas anualmente» en el Boletín Diocesano, además de estar disponibles en su página web.