Sendagrup, centro médico de Donostia, viene a resumir el contenido de la entrada “Cirugía Percutánea del Pie (CPP)” que va a presentar el Dr. Eduardo Escobar en el curso de la Jornada Monográfica de Pie y Tobillo para Médicos, que organizada por el Foro Sendagrup va a tener lugar en la Sala de Reuniones del Parque Empresarial Zuatzu el próximo 13 de Abril de 2018 en horario de 09:15 a 14:00 horas.
La evolución natural de la cirugía a procedimientos menos agresivos afecta a todas las especialidades; también a la Cirugía Ortopédica o Traumatología. En los años ochenta surgió con mucha fuerza la técnica artroscópica que supuso un avance muy importante en el tratamiento de las lesiones articulares. La búsqueda de procedimientos menos lesivos en la cirugía convencional “abierta” abocó a las intervenciones “mini open” en las que tratamos de reducir al máximo la incisión cutánea.
En las deformidades y lesiones de antepié y retropié se ha desarrollado en las últimas dos décadas un procedimiento revolucionario que, dentro de la “Cirugía Mínimamente Invasiva” se ha venido en llamar “Cirugía percutánea del pie (CPP)”
Se basa en algunos principios filosóficos muy sencillos: anestesia local, mínima incisión, evitar la utilización de material de osteosíntesis y procurar una consolidación de las correcciones practicadas en los huesos de una forma natural. El apoyo es inmediato sobre la superficie plana de un zapato ortopédico para que la consolidación de las fracturas sea lo más funcional posible.
Como cualquier otro procedimiento médico o quirúrgico no está exento de posibles complicaciones por lo que la indicación quirúrgica se basará siempre en la elección del caso más adecuado, el que por dolor o menoscabo funcional compense el riesgo, una vez agotadas las posibilidades de tratamiento conservador.
De esta forma –anestesia local, mínima incisión, apoyo inmediato- será posible realizar correcciones por deformidad del pie como juanetes o hallux valgus y dedos martillo o para la resolución de lesiones crónicas como la fascitis plantar, el espolón calcáneo o el mal de Haglund.
El proceso no está exento de molestias, sobre todo lo prolongado del período de recuperación, pero supone un avance muy importante que disminuye las posibilidades de complicación y mejora las condiciones de confort para los pacientes, que no sufren el ingreso hospitalario ni el dolor postoperatorio del que con justicia se quejaban los pacientes tratados con las técnicas tradicionales.
Enlace a la Jornada Monográfica de Pie y Tobillo para Médicos.