La Fundación Kutxa, propietaria del parque Ekogune de Donostia, donde el pasado miércoles un niño de cinco años resultó herido de gravedad al caerle un árbol, señaló ayer que ha cerrado la parte superior del parque, “que es arbolada”, y que está a la espera de la inspección de los peritos para seguir los protocolos habituales.
Por su parte, el Hospital Donostia, donde fue trasladado el niño, ha declinado facilitar cualquier información sobre el estado del pequeño.
El suceso tuvo lugar sobre las 9:45 horas del miércoles, cuando un árbol de quince metros de altura se desprendió desde la raíz mientras un grupo de alumnos se encontraba en el lugar y alcanzó a uno de ellos, que tuvo que ser rescatado por los bomberos con material de excarcelación de vehículos.