Sufriendo, pero cumplió. La Real sumó una nueva victoria tras vencer por la mínima a Las Palmas en un día que pudo haber ganado 0-5. Los donostiarras llegaban constantemente a la portería de Chichizola y fue el propio portero quien evitó que la Real agrandase la ventaja en el marcador tras el único gol de Oyarzabal. En la recta final del partido los canarios apretaron y metieron miedo en los cuerpos realistas.
Se quedó corta la Real en la primera parte. Visto el dominio con el que estaban contando los de Alguacil, el resultado con el que se marcharon al descanso (1-0) era un tanto anormal. Con 12 remates a favor en la primera parte, los donostiarras pudieron marcar solo una vez gracias a Oyarzabal, que abrió la lata a los 22 minutos tras controlar, y después disparar, un exquisito balón al hueco de Illarramendi. El eibarrés tocó con la cabeza para bajarla y batió por bajo a Chichizola. Al poco rato, el goleador dio el susto después de que recibiera una patada fuera de lugar de Aguirregaray en la rodilla. Saltaron las alarmas en la Real al ver cómo sufría el 18, pero volvió al campo tras recibir asistencia médica y, finalmente, todo quedó en un susto.
Dominio no muy bien aprovechado
No sería de extrañar que la Real se marchase a los vestuarios con el marcador de 0-5 a favor. Chichizola se lució en los disparos y remates que realizaron los donostiarras, ya que en la mayoría de las veces parecían que iban a gol. La Real, con Januzaj, Willian José y Oyarzabal a los mandos en el ataque, creaba peligro con muy poco al superar la primera línea de presión de Las Palmas y aprovechando el mal balance defensivo de los de Paco Jémez. Éste gritó a los suyos en más de una ocasión mostrando su enfado al juego que realizaron, con el que no llegaron a rematar a puerta en los primeros 45 minutos.
La Unión Deportiva Las Palmas salió en la segunda parte a por el gol que no marcaron en la primera. En ciertos momentos, la ansiedad de querer el gol le pasó factura y los amarillos no estuvieron acertados en ciertas jugadas de ataque. Sin embargo, Calleri no estuvo acertado para rematar dos balones que le llegaron desde el costado. Y si los de Jémez no acertaban en jugadas tan claras como las de Calleri, era casi imposible marcar a la Real gracias a su solidez defensiva.
Costaba matar el partido
Los canarios no eran los únicos que querían el gol, ya que la Real Sociedad también quería ver puerta para poder sentenciar el partido. Los donostiarras también tuvieron dos jugadas muy claras para agrandar la ventaja en el electrónico. A falta de media hora, Oyarzabal disparó a puerta un tanto desviado el centro de Aritz por el costado derecho, mientras que Agirretxe, en la recta final, no giró la cabeza adecuadamente para rematar a portería el balón que colgó Canales desde la línea de fondo.
Finalmente, sufriendo en los últimos minutos, pero la Real sumó tres puntos que le alejan del descenso tras llegar a los 40 puntos, mientras que la Unión Deportiva Las Palmas sigue anclada en los puestos de descenso sin poder salir de ellos. Alguacil, desde su llegada, no conoce la derrota y no ha recibido ningún gol en los tres partidos. Soñar con Europa (a 8 puntos) es gratis.