Biolaster plantea la siguiente pregunta: ¿Cómo se debe utilizar una máscara de entrenamiento respiratorio (mal llamada “máscara de entrenamiento en altitud”) para que produzca una mejora notable en la función cardiorrespiratoria?
Un reciente estudio de la Universidad George Washington publicado esta primavera del 2018 ha analizado los efectos de la aplicación de máscaras de entrenamiento en un programa de ejercicio intervalico de alta intensidad, mejor conocido como HIIT (High Intensity Interval Training).
El objetivo del citado estudio ha sido comprobar los efectos del uso de la máscara exclusivamente durante los periodos de recuperación inter-series.
12 participantes (7 mujeres y 5 hombres) siguieron un programa HIIT de 20 minutos de duración total, 3 veces por semana durante 6 semanas (18 sesiones en total).
El programa se compuso de 8 series de 60 segundos alta intensidad / 90 segundos baja intensidad. Las cargas para los intervalos de alta intensidad fueron establecidas individualmente de tal modo que solicitaran una frecuencia cardiaca dentro de los 10 lpm de la máxima FC, que fue evaluada según prueba de esfuerzo progresiva.
Los intervalos de baja intensidad fueron establecidos correspondiendo a una carga de trabajo del 10% del VO2max de cada participante. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a grupo control (CG) o grupo máscara de entrenamiento (TMG) que solo utilizó la máscara durante los periodos de recuperación activa. Los mismos realizaron una prueba de esfuerzo hasta alcanzar el agotamiento volitivo antes y después del periodo de intervención, así como una prueba de oclusión vascular del gastrocnemio para determinar la saturación de tejidos según índice nadir (TSIN).
Los resultados se midieron según variación de VO2max, consumo de oxígeno en umbral anaeróbico (VO2AT) y TSIN.
Según resultados de mejora de VO2max y TSIN en grupo TMG, los autores concluyen que:
«implementar el uso de máscaras de entrenamiento durante el periodo de recuperación a baja intensidad de un entrenamiento HIIT parece mejorar componentes clave de la función cardiorrespiratoria no observados en el grupo control HIIT» .
Estos resultados parecen confirmar lo acertado de la estrategia de utilización de máscaras durante la fase de recuperación, sin limitar la máxima capacidad de intensidad de ejercicio durante la parte activa del HIIT.