La Real salió como vencedora del derbi contra el Athletic y se coloca en una plaza ideal para disputar por Europa. Los de Alguacil se disfrutaron de ir ganando al Athletic 3-0 con dos goles en propia de San José y otro de Oyarzabal, pero Raúl García recortó distancias con un gol de penalti. El encuentro acabó caldeado por una entrada que realizó Pardo, que le supuso la tarjeta roja directa. Iñigo Martínez, por su parte, fue pitado en cuanto tocaba el balón.
El primer tiempo del derbi vasco lo lideró la Real Sociedad, que estaba siendo muy superior a un Athletic que mostraba un juego dubitativo. Los de Alguacil remataban todos los balones que les llegaban al área y esto les premió hasta en dos ocasiones, ya que se marcharon al descanso con el marcador de 2-0.
Al cuarto de hora de partido, la Real comenzó con la ronda de goles después de que San José mandase a la red (que repetiría más tarde) el balón que Navas intentó rematar con la cabeza. Kepa no pudo hacer nada para evitar el gol, puesto que el esférico corrió como la pólvora una vez que tocó en el pie del ‘6’ navarro. Sin embargo, Kepa, en el 35′, realizó una parada espectacular al testarazo de Aritz tras un saque de esquina y le privó al beasaindarra de marcar en el derbi.
Los fantasmas seguían sin desaparecer del entorno de Ziganda y el equipo estaba mostrando una cara muy habitual esta campaña. Los bilbaínos se encontraban muy indecisos sobre el césped de Anoeta y los de Alguacil quisieron aprovechar esta faceta. Iñigo, siendo defensa, fue el jugador que más destacó en ataque, ya que tuvo dos testarazos muy claros como para convertirlos en gol.
Para colmo del Athletic, la Real doblegó su ventaja en el marcador en el 37 gracias a un gol de Oyarzabal tras una jugada magistral de Januzaj. Illarra recuperó un balón en campo propio, abrió a banda para Januzaj y el belga encaró el área y asistió al eibartarra con un pase al hueco que dejó la zaga bilbaína.
Justo después, Anoeta se convirtió en una fiesta y los aficionados alzaron sus bufandas coreando el «Goazen Erreala». Y en el jolgorio, el palo evitó el tercero de la tarde tras un remate de Navas que se estrelló en la madera. Canales colgó la falta y el central, solo, mandó el balón directamente al palo y Llorente no acertó a la hora de rematar el rechace.
San José repitió
Mucho tenían que cambiar los de Ziganda para poder puntuar en Anoeta; era casi misión imposible superar a la Real con la solidez que estaba demostrando. Y si el partido de San José estaba siendo muy flojo, lo ‘redondeó’ con otro autogol, poniendo el 3-0 para la Real en el marcador. Intentó despejar la falta que mandó al área Canales y la jugada tuvo un final infeliz para el defensa pamplonés en el 55 de partido. Sin embargo, Sánchez Martínez decretó pena máxima para el Athletic cinco minutos más tarde por una mano de Llorente. Raúl García fue el encargado de recortar distancias batiendo a Moyá por bajo y, gracias al gol, los de Ziganda tuvieron unos cuantos minutos de aúpa.
Los de Imanol Alguacil no se achantaron en ningún momento con los ataques del Athletic y quisieron acabar el partido cerca de la portería de Kepa. A falta de 15 minutos, el meta visitante brilló para evitar el cuarto de los donostiarras. Januzaj ejecutó su zurda con rosca incluida pero Arrizabalaga realizó una excelente estirada para que la goleada fuera mayor.
El derbi vasco terminó en tangana por una falta que cometió Rubén Pardo sobre Mikel Rico. El realista realizó una entrada con dureza y el colegiado le mostró la tarjeta roja directa, por lo que tuvo que tomar el camino a los vestuarios tras haber estado siete minutos en el campo. Los jugadores de ambos equipos se enzarzaron entre ellos por la decisión que tomó el árbitro. Respecto al marcador, no se movió más del 3-1 y la Real aventaja al Athletic con seis puntos, que aún no ha logrado salvarse matemáticamente.