Varias asociaciones de afectados por los peajes de autopistas de Euskadi y otras comunidades han constituido la llamada Unión de Plataformas por la Liberalización de las Autopistas de Peaje (UPLA), para luchar unidos.
La reunión terminó con una manifestación por las calles de Briviesca hasta el punto kilométrico N-1, donde la UPLA y más de un centenar de vecinos de la zona cortaron dicha carretera para forzar que la AP-1 sea gratuita a partir del 1 de diciembre de este año.
La discriminación es la principal queja de la plataforma AP-8 Peajerik Ez, cuya concesión finalizó hace ya catorce años. El Gobierno Vasco permitió «que fueran las Diputaciones Forales de Bizkaia y Gipuzkoa quienes la gestionaran», ha recordado su portavoz, Juan Carlos Poderoso.
Rafael Solaguren, portavoz de la Plataforma de Afectados por la N-1, ha explicado a los medios de información que esta unión surge «por las ganas que tenemos todos de que se acabe con la discriminación y con el incremento de inseguridad vial por culpa de los peajes».