El edificio del Portaaviones del muelle de la capital guipuzcoana, que actualmente está siendo reformado por el estudio Vauum, quedará recubierto por cerámica de la prestigiosa empresa catalana de Antoni Cumella.
La compañía donostiarra Vauum y el ceramista de Barcelona han diseñado unos azulejos con relieve, de color blanco, aunque con distintas tonalidades, desde azuladas hasta rojizas, y un acabado tanto mate como brillante.
Según explica el arquitecto Tomás Valenciano, del estudio Vauum, la cerámica concebida para el edificio donostiarra “dará una aspecto de pixelado que variará según la luz”. Estas piezas se crean de modo artesanal aunque posteriormente se fabricarán de modo industrial, un proceso que aún no se ha llevado a cabo, ya que la cobertura del edificio será una de las últimas tareas de la obra, que terminará dentro de cinco meses, según los plazos previstos.
La cerámica blanca dará testimonio del pasado del edificio, aunque formará parte de la actual modernidad, y será resistente al salitre y el viento, que azotan más en las zonas costeras. “La imagen del edificio no será ajena a los materiales del puerto”, explica el arquitecto de Vauum.