Los representantes de los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT se concentraron ayer frente al Parlamento Vasco con una pancarta en que se leía «No a un nuevo modelo de Lanbide. Sí a la negociación, no a la imposición» para exigir la «paralización» del nuevo modelo de organización.
En su comparecencia han reivindicado la «paralización» de este nuevo modelo que «se quiere imponer» y han reclamado la negociación «desde cero» de un nuevo modelo de atención «que no olvide el origen de Lanbide y preserve las funciones que se le asignó al transferirse las políticas activas de empleo».
Según han explicado, a lo largo últimos meses de 2017 se comenzó a implantar en algunas oficinas de Lanbide lo que la dirección denominó «prueba piloto» y han criticado que se llevó a cabo «sin ninguna información del objetivo final ni del contenido del supuesto modelo de atención ni, por su puesto, sin ningún respeto a los derechos de los trabajadores y sin ninguna negociación con la parte social».
Han criticado que este nuevo modelo propone una «reorganización» de Lanbide planteando la «polivalencia» de los trabajadores y «la eficacia medida en tiempos de atención». «Desde nuestro punto de vista, que todos los trabajadores sepan hacer de todo para dar un servicio con un mínimo de calidad es totalmente inviable», han asegurado.
Creen que estos cambios van a tener como resultado «un claro perjuicio para la ciudadanía».