La Universidad de Utah ha instalado durante la época de exámenes un ‘armario para llorar’, al que los alumnos pueden recurrir cuando no aguantan más.
Este cuarto se hizo como una instalación artística, donde todos los alumnos pueden asistir para llorar o encontrar un momento de paz y relajamiento.
La instalación tiene unas cuantas reglas para su uso. Por ejemplo, tocar la puerta antes de entrar; solo una persona puede ingresar a la vez; existe un límite no mayor a 10 minutos y, la última pero más importante, que luego uses la etiqueta #cryclosetuofu para contar y compartir tu experiencia.