La lluvia amenazó horas antes de que comenzase el critérium en la localidad guipuzcoana. La fuerte tormenta que cayó en Oñati mojó por completo el circuito, pero según se acercaba la hora de la salida, gran parte del suelo llegó a secarse, reduciendo así el peligro de los 25 ciclistas que tomaron la salida en la plaza de dicho pueblo.
Pese a que el Tour de Francia acapare más seguidores que Kantoikrit, cientos de aficionados se juntaron en diferentes puntos del circuito para animar de uno en uno a los participantes, que llegaron a mostrarse muy agradecidos al final de la prueba por los constantes ánimos que recibieron.
Mario Junquera, que dominó en absoluto la prueba llegando a tener minuto y medio de ventaja sobre el segundo, cruzó la línea de meta junto a su hermano Luis, ya que perdió la ventaja que tenía sobre él en las últimas vueltas debido a una mosca que tragó y que le privó de respirar como debía, tal y como declaró a GOIENA después de la prueba.
Por detrás, la lucha estaba bonita. Ninguno quería que fueran doblados, ya que significaría que no pudieran terminar la carrera de piñón fijo (11 ciclistas no llegaron a completar la carrera). Todos eran aclamados en cualquier punto del circuito, pero los oñatiarras Xabier Barrena, Iñaki Madinabeitia, Mikel Olalde, Xabier Ayastuy, Mikel Roldán e Iñigo Mugarza, que estuvo cerca de hacer tercero, los que más.
El propio Mugarza lamentó que otra vez hiciese cuarto dicha prueba, y bromeó ante los micrófonos de GOIENA que a los organizadores les tendrá que pedir que el cuarto también tenga que subirse al pódium. Compitió por el tercer puesto al sprint con el gijonés David Álvarez, que no pudo alcanzarle ya que le patinó la rueda trasera y por consecuencia se asustó.
Finalmente, la prueba de piñón fijó Kantoikrit llegó a celebrarse de forma excelente. El pueblo oñatiarra respondió fenomenal a la carrera y ninguno de los 25 participantes fue herido, por lo que la organización se pudo dar por satisfecho y preparar con más ganas la del próximo año.