Los helados son uno de los alimentos estrella del verano, pero suele sobrevolar una amenaza con ellos: las calorías que poseen al tratarse de una comida dulce y sabrosa y que contienen una gran cantidad de azúcar. Así es en gran parte de su composición. No en vano, hay diferentes tipos de helados, lo que implica diferentes composiciones y elaboraciones. Es decir, no todos son iguales. No es lo mismo, a nivel calórico, comerse un polo que un almendrado de chocolate blanco y chocolate negro. Conocerlos puede ayudar a controlar su consumo.
Quienes se preocupen por la cantidad de calorías que consumen para así no descuidar su peso y su forma querrán saber cuáles son los que aportan menos energía. Para dar respuesta a esta cuestión, seleccionamos los diferentes tipos de helados que hay y los ordenamos de menor a mayor cantidad de calorías que poseen.
Polo flash
Son un clásico del verano y de los quioscos de playa. Estos consisten básicamente en agua y azúcar congelados. Los venden en multitud de establecimientos, a precios baratos, en diferentes sabores y suelen tener una forma alargada y rectangular que apenas supera los 100 mililitros. Estos aportan menos de 30 calorías por cada 100 gramos y prácticamente solo aportan carbohidratos en forma de azúcares. Eso los convierte en el helado menos calórico que se puede encontrar, pero más allá de la glucosa que aporta, no aporta ningún micronutriente que podría ser beneficioso para el organismo (algo que sí ocurriría con la fruta congelada).
Sorbete
Los sorbetes son aquellos en los que se ha utilizado el zumo de una fruta como la naranja, el limón o la mezcla de varios y se han dejado congelar en un molde o recipiente para que obtuvieran la consistencia sólida y el toque fresco. También lo son aquellos que se venden en establecimientos comerciales que los podemos encontrar incluso a modo de granizado. Su aporte calórico dependerá del tipo de fruta empleada, pero oscila entre las 30 y las 45 calorías por cada 100 gramos en función de si se trata de naranjas, sandías o fresas, por ejemplo.
Helado de yogur
Una manera muy socorrida de hacer un helado casero es congelando un yogur. En este caso, las calorías que tendrán serán las equivalentes a dicho yogur comercial, las cuales suelen oscilar entre las 100 y las 200 (por cada 100 gramos), dependiendo de la variedad, si es azucarado, griego, etc. También han surgido empresas que venden helados elaborados con yogur a los que añaden frutas, chocolate, galletas y un sinfín de productos. Estos aportan más calorías, que obviamente aumentan cuanto más añadidos se le incorporan.
Tarrinas de helado
Las venden en supermercados y diversos establecimientos con diferentes tamaños y con distintos sabores: chocolate, vainilla, nata y fresa son las más recurrentes y típicas. Pero también hay otras que imitan el sabor de algunas galletas, incorporan toques de menta, plátano, caramelo.. Estos helados sí que suelen contar con leche, azúcar y el resto de añadidos que aumentan su aporte energético. Todo esto las convierte en una opción más calórica que las anteriores. Por cada 100 gramos de helado suelen tener alrededor de entre 200 y 260 calorías, dependiendo de la variedad de la que se traten.
Helado bombón
Se cogen con un palo, tienen en su interior nata, vainilla u otros sabores y por fuera suelen estar rodeados de una capa crujiente de chocolate que a veces incluso contiene frutos secos. Todo esto los convierte más que en un helado bombón, en una bomba calórica. Por cada 100 gramos aportan en torno a 300 y 350 calorías. Si se trata de versiones con más ingredientes y sabores del estilo cheesecake o premium, mayor será dicho aporte. Cada unidad de estos suele pesar en torno a los 90 gramos, lo que significa que comerse uno es casi equivalente, a nivel energético, a una ración de pasta. Y todo ello en lo que a veces suele ser un postre o snack.
Cucurucho
Otro de los grandes clásicos son los cucuruchos. Este puede tener una horquilla de calorías muy amplia que varía en función del tamaño del barquillo así como de la cantidad de bolas de helado que incorpore o de si se trata de una marca comercial que incluso cuenta con frutos secos. Observando los modelos que se pueden encontrar en los supermercados tanto de marcas blancas como específicas, las calorías de estos oscilan entre las 300 y los 400. Si se trata de aquellos de gran tamaño y varias bolas, esta cantidad puede aumentar considerablemente.