Una turista británica de 81 años reclama a la compañía Thomas Cook el dinero de su viaje a Benidorm porque había “demasiados españoles”.
La mujer ha pedido el reembolso de los más de 1.200 euros que ella y su acompañante pagaron por el viaje. «¿Por que los españoles no se van de vacaciones a algún otro sitio?», se ha preguntado. Uno de los mayores desacuerdos de Freda Jackson con la compañía fue la «grosería» de los clientes españoles con los que compartía hotel, que le ponían «de los nervios», según ha confesado. «Un día, un chico español casi me tira al suelo, y se marchó sin disculparse», ha explicado Jackson, que ha lamentado también que el entretenimiento del hotel estuviese enfocado a los clientes españoles.
Además, la mujer, pensionista y con problemas de movilidad, ha afirmado que la compañía le aseguró que no tenía que preocuparse por los accesos al hotel, pero fueron alojadas primero en el piso 14 y después, tras quejarse, en el segundo, lo que les obligaba a subir y bajar escaleras (42 escalones, según su versión) para acceder a la piscina.
Jackson ha lamentado haber estado 12 meses ahorrando para lo que consideraba serían unas vacaciones de ensueño y que finalmente resultaron una ruina. «Cuando se acabaron, lloré», ha sentenciado la mujer.