El Ayuntamiento de París ha instalado de forma experimental cuatro urinarios públicos ecológicos que han causado gran polémica entre peatones y comerciantes por considerarlos «poco estéticos» y «exhibicionistas».
Estos mingitorios destinados para los hombres, están ubicados en plena calle y tienen una ligera cobertura lateral. No obstante, el usuario queda bastante expuesto cuando los utiliza.
La orina va a un contenedor con tapa para minimizar los olores y el ayuntamiento la recoge diariamente para crear con ella fertilizante.