Julio ha dado una de cal y otra de arena al mercado de la vivienda. Según los datos de los notarios, en el séptimo mes del año han subido las compraventas y las hipotecas, pero ha caído el precio.
En concreto, en dicho mes se llevaron a cabo 52.014 compraventas de casas, un 4% más que un año antes, gracias al tirón de la segunda mano. Corrigiendo la estacionalidad del calendario, el alza se reduce hasta el 0,6%. Por otro lado, se formalizaron 24.952 préstamos para la compra de vivienda, un 11,1% más que en julio de 2017. En ambos casos, las cifras se mantienen en zona de máximos desde 2012.
Pero si hay un dato llamativo en las estadísticas es la caída interanual del precio de la vivienda. Los notarios confirman que el precio del m2 de las viviendas vendidas fue de 1.376 euros, lo que arroja un descenso del 4,5% interanual. Se trata del descenso más pronunciado en algo más de tres años (no se producía uno similar desde el primer semestre de 2015) y viene a confirmar la teoría de que el mercado de la vivienda se está desacelerando.
Otra variable que ha bajado es la cuantía media de las hipotecas, con caídas del 0,5%, hasta situarse en torno a los 139.100 euros, como consecuencia de la bajada de precios.
En las últimas semanas son varias las voces que alertan de que la vivienda podría estar cerca de un cambio de ciclo. El diario The Economist asegura que es una tendencia global que se está viendo en las principales ciudades del mundo, mientras que la agencia de calificación crediticia S&P cree que, en el caso de España, la ralentización del precio viene de la mano del freno del PIB y la crisis política catalana.