Una madre de Michigan llamada Jodie May ha sido arrestada por la policía después de que le quitara el teléfono móvil a su hija como castigo.
Tras haberle requisado el dispositivo, la menor se quejó a su padre, divorciado de May. El progenitor llamó a la policía, ya que el teléfono era de su propiedad y acusó a su exmujer de robo.
La policía se presentó en el domicilio y detuvo a May. Tras pagar la fianza, la mujer abandonó las dependencias policiales.