Una fisioterapeuta de Azkoitia ha denunciado a través de su cuenta de Facebook haber sufrido una agresión machista el pasado viernes por parte de un cliente que acudió a la consulta.
Según relata la presunta víctima, el cliente cogió cita para un masaje de media hora «para liberar tensiones», insistiendo en que quería que fuese ella la que se lo diera. «Cuando entró al despacho, empezó a acercarse bastante a mí, pero yo empecé a preparar la camilla y me alejé. Después de explicarle cómo funcionaba la sesión y decirle que se quitase la camiseta, el hombre se desnudó completamente y se quedó enfrente de mí», cuenta. La joven asegura que se bloqueó, «por miedo o por lo surrealista de la situación».
La fisioterapeuta detalla que el hombre se tumbó boca arriba, y que ella rápidamente le tapó con una manta. Además de bajarse continuamente el cobertor, el cliente empezó a intentar tocar a la mujer, «primero tratando de agarrarme la mano, y más tarde el muslo», movimientos que la profesional esquivó. El hombre le dijo entonces que «él en Barcelona había ido a otros sitios donde la masajista joven tocaba al paciente, y que yo ya sabía lo que pasaba cuando una chica joven tocaba a un hombre, y que él no tenía que explicarme qué más le hacían allí».
Cuando el cliente finalmente abandonó la consulta, la joven afirma que se echó a llorar. «Creo que ha sido la peor y más larga media hora en toda mi vida laboral. Mientras estaba tratándolo me sentía sucia, vulnerable y pequeña, y no me vi capaz de reaccionar», relata.
La fisioterapeuta reflexiona sobre la presión que se ejerce sobre las víctimas de violencia machista: «En momentos como este es cuando te das cuenta de que, cuando escuchas que ha habido una agresión sexual y la chica no ha reaccionado, es muy fácil decir que nosotros en esa situación hubiéramos hecho frente. Pero cuando te ves en una situación así, es tan grande el bloqueo que puede paralizarte. Y eso que mi situación no es ni mínimamente comparable con lo que han sufrido otras mujeres».
Asimismo se pregunta por qué en pleno siglo XXI las mujeres tienen «aguantar situaciones» como ésa y «vivir con miedo» a que se repitan. Según cuenta, tras varios días de reflexión, ha decidido hacerlo público porque «no conseguimos nada callándonos estas situaciones» y porque considera que «el mundo debería ser más consciente de que esta es la realidad de muchas mujeres».