La ministra de Economía, Nadia Calviño, no ve claro que las pensiones se actualicen cada año teniendo en cuenta solo el IPC. «Siempre he dicho, y es la posición del Gobierno, que se trata de un asunto en el que no podemos fijarnos solo en un parámetro, como, por ejemplo, la actualización de las pensiones al IPC», ha explicado al acabar la reunión de ministros de finanzas de la Unión Europea, Ecofin, este martes.
Estas palabras llegan apenas una semana después de que el Pacto de Toledo pactar recomendar justo eso, que la revisión anual de las pensiones debe hacerse»en base al IPC» cada año. Se suma así a lo que dijo el mismo secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, horas antes de que anunciara ese acuerdo. Granado pidió que las pensiones se revalorizaran a partir de 2020 con un nuevo índice que debería estar vinculado a la marcha de la economía, a los ingresos del Estado, de las cotizaciones a la Seguridad Social y a los precios. La actualización, según dijo, no debería depender cada año de un solo indicador. «Las indexaciones a largo plazo siempre causan problemas, tienen efectos perversos», dijo Granado.
Apuntando en una dirección parecida, Calviño ve necesario analizar la sostenibilidad de las pensiones teniendo en cuenta «toda una serie de variables», como la evolución demográfica, el empleo, el nivel salarial, el número de años de cotización y las características y la tasa de reposición de las pensiones. Según ella, esta visión es «más amplia» que la del Pacto de Toledo. «Es un terreno en el que es imprescindible garantizar unas pensiones dignas ahora, pero también garantizar que seguirán siendo dignas dentro de 20 o 40 años, y ese es el objetivo del Gobierno», ha zanjado.
Calviño lanzó estas palabras en Luxemburgo y va en la línea de apuntar que España no es como Italia. Ese el mensaje en el que ha hecho hincapié tras el primer asalto que ayer libraron sin fisuras los titulares de Finanzas de la zona euro contra los planes de expansión que llevó al Eurogrupo el ministro italiano Giovanni Tria. “El Gobierno español está tomando todas las medidas posibles para evitar el efecto contagio”, ha sostenido Calviño. Las principales actuaciones, ha sostenido, pasan por seguir reduciendo el déficit de las cuentas del sector público, dando prioridad al gasto social, y “acelerar” el proceso de reducción de deuda pública. La ministra cerró filas con la Comisión Europea y coincidió con el resto de sus colegas en que “las reglas” deben aplicarse “por igual a todos los países”.