DONOSTIA | La Real recuperó esa mejor versión que luce en los días más señalados, en aquellos encuentros en lo que se su actuación se pone en el punto de mira de todo aficionado al fútbol y, en especial, de su parroquia. Los realistas fueron ese equipo aguerrido, con orgullo y casta, difícil de superar, algo a lo que hay que atribuirle mayor valor teniendo en cuenta las numerosas bajas con las que afrontó el encuentro.
Los de Garitano tuvieron que sufrir en diversos momentos del encuentro ante el empuje de un Athletic que no tuvo su mejor día, poco brillante con el balón y dependiendo en exceso de la figura de un Muniain, que aunque participó constantemente, no tuvo el acierto de otras noches. Quien sí apareció fue Oyarzabal, en forma de doblete, erigiéndose en el héroe de su equipo en un escenario en el que nunca había marcado. El atacante de Eibar fue quien culminó la obra de todo un equipo armado de valentía, que se llevó un triunfo de mucho valor de un escenario tremendamente complicado.
Tal y como era de esperar, los locales comenzaron el partido dominando, dejándose llevar por el empuje de su gente y embotellar a una Real llena de incertidumbres que, como era de esperar, cedió terreno a su rival a la espera de obtener rédito cuando llegara su momento. El primer aviso local llegó con un servicio lateral de falta botado por Beñat que de no ser por la buena intervención de Moyá se hubiera convertido el primer gol de la noche.
Con el paso de los minutos, la superioridad local se convirtió en un dominio esteril de la posesión, ante una Real bien plantada y aguerrida, que lo intentó por partida doble con un Bautista batallador, que no pudo culminar dos buenas llegadas por banda de su equipo. Los de Garitano igualaron el choque a base de intensidad y consiguieron el tan deseado premio a la media hora de juego, aunque no sin incertidumbre. Iñigo Martínez levantó la pierna en exceso en el interior del área en el intento de arrebatarle el balón a Sangalli, pero golpeó al jugador de la Real a la altura del hombro. El colegiado no señaló penalti en primera estancia pero, tras consultar el VAR segundos después de la acción, señaló el punto fatídico. Oyarzabal transformó el penalti por el centro, batiendo a Simón, que se venció hacia la derecha.
Sin embargo, llegó la reacción local en forma de volcán de erupción, incitada por el enfado que generó la señalización de la pena máxima, y que culminó Muniain con en el tanto del empate en la jugada posterior al saque central, una acción por banda derecha de Susaeta, que terminó en el segundo palo tras un rebote para que el «10» rojiblanco transformara el empate
Sangalli y Oyarzabal sellaron la victoria
La segunda parte comenzó de forma inmejorable para la Real, que adelantó líneas en una salida de balón por la izquierda del Athletic en la que un explosivo Zubeldia, primero recuperó el balón en un error en la entrega de Yuri y tras llevarse la pugna ante Beñat, sacó un centro al punto de penalti que Sangalli remachó a la red tras dejarla pasar Pardo en el primer palo. El Athletic trató de reaccionar con una Real más estructurada tras el tanto de Sangalli pero en ese tramo de partido solo destacó un remate de cabeza de Susaeta por parte del Athletic.
La Real resistió sin demasiados apuros ya con ventaja en el marcador, ante un Athletic que siguió siendo dueño del balón, pero que no encontró en los centros laterales ni en las jugadas a balón parado ese preciso detalle que hace cambiar el porvenir de un encuentro. Berizzo también optó por mover el árbol dando entrada a Capa y Aduriz en lugar de Oscar De Marcos y Raúl García.
Cuando el partido encaraba el cuarto de hora final, Bautista sacó petróleo en una jugada aislada presionando a Yeray, que realizó una cesión muy comprometedora a su portero, lo que permitió al punta realista meter la pierna antes que Unai Simón, siendo objeto de penalti por este. Oyarzabal una vez más transformó el penalti, esta vez a la izquierda del meta rojiblanco.
El Athletic no desistió y sacó fuerzas tirando de orgullo. Primero Aduriz anotó en un fuera de juego de escuadra y cartabón que el colegiado anuló a primera instancia. Poco después, el propio ariete gipuzkoano esta vez de cabeza tuvo el gol pero Moyá rechazó bien situado. El conjunto de Berizzo empujó pero sin crear peligro ante una Real que terminó el partido con los cinco defensas que viajaron a Bilbao.
Ficha técnica:
Athletic Club: Simón; De Marcos (Capa, min. 68), Yeray, Iñigo, Yuri; Dani García, Beñat (San José, min. 84); Muniain, Raúl García (min. 68, Aduriz), Susaeta y Williams
Real Sociedad: Moyá; Gorosabel, Aritz, Navas, Kevin; Zubeldia, Illarramendi; Sangalli (Sandro, min. 77), Pardo (Zurutuza, min. 65), Oyarzabal (Moreno, min. 85) y Bautista
Marcador: 0-1, min. 30, Oyarzabal (p.). 1-1, min. 32, Muniain. 1-2, min. 47, Sangalli. 1-3, min. 74, Oyarzabal (p.)
Árbitro: Hernández Hernández (colegio canario). Amonestó a De Marcos (min. 19), Susaeta (min. 26), Iñigo (min. 29), Williams (min. 30), Dani García (min. 39), Raúl García (min. 68), Zubeldia (min. 38), Moyá (min. 57), Zurutuza (min. 70), Illarramendi (min. 83), Bautista (min. 90)
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 8ª jornada de LaLiga Santander, disputado en el Nuevo San Manes ante 46.684 espectadores.