El Gobierno de Pedro Sánchez ha rebajado la previsión de crecimiento de la economía tanto para este año como para el que viene. En concreto, el nuevo cuadro macro que hoy ha presentado la ministra de Economía, Nadia Calviño, la previsión es que el Producto Interior Bruto (PIB) repunte un 2,6% en 2018 y un 2,3% en 2019.
En ambos casos, las cifras suponen una rebaja de una décima respecto a la anterior previsión, y están en línea con las revisiones a la baja que en las últimas semanas han llevado a cabo organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI). La revisión a la baja, evidentemente, no es muy notable pero sí evidencia que la desaceleración es más intensa de los esperado y rompe con la tendencia de los últimos años, en donde el crecimiento final siempre ha acabado superando las previsiones.
Asimismo, el Ejecutivo incluye en el Plan Presupuestario que hoy enviará a Bruselas los objetivos de déficit que había pactado con las autoridades europeas a pesar de que el Congreso tumbó esta senda. Así, el Gobierno prevé que la desviación presupuestaria este año alcance el 2,7% mientras que en 2019 el dato será del 1,8%.
«El Gobierno presenta una nueva senda de déficit realista», ha expuesto la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha defendido esta decisión porque, en caso contrario, «se hubiesen eliminado 11.000 millones de euros en el gasto». Además, Montero ha subrayado que la anterior senda de consolidación, trazada por el Gobierno de Mariano Rajoy, era poco realista «por no decir otra cosa».
Por su parte, la responsable de Economía ha destacado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros hoy celebrado que España alcanzará un superávit primario del 0,5%. Esta es una referencia relevante en Bruselas, ya que es un indicador relevante para saber si una país gasta más de lo que ingresa, y es algo que la economía española no ha alcanzado «desde 2007».