Los jubilados y pensionistas vascos movilizados ayer en demanda de una pensión mínima de 1.080 euros al mes declararon que el acuerdo presupuestario entre el Gobierno de España y Unidos Podemos para subir hasta 900 euros el salario mínimo interprofesional es positivo, aunque insuficiente.
En Donostia, como cada lunes, los pensionistas celebraron una asamblea en los jardines de Alderdi Eder, donde Maite Arregi, una de sus portavoces, ha leído un comunicado en el que ha calificado de «buena noticia» el acuerdo del pacto presupuestario.
Arregi señaló, no obstante, que «para que haya pensiones dignas, tienen que subir los salarios» y por ello ha propuesto un incremento mayor del SMI, hasta los 1.200 euros, al tiempo que ha reclamado al Gobierno Vasco que «complemente las pensiones más bajas hasta los 1.080 euros» porque «en Euskadi hay riqueza suficiente» y las Haciendas forales «tienen a su disposición instrumentos para obtener una mayor recaudación».
Seguidamente, los pensionistas recorrieron en manifestación las calles céntricas de San Sebastián, encabezados por una pancarta con el lema «Sistema público vasco de Seguridad Social. Pensión mínima 1.080 euros/IPC».
A diferencia de ocasiones anteriores, en las que la marcha concluía en el Boulevard donostiarra, en esta oportunidad los manifestantes han prolongado su recorrido hasta el Ayuntamiento de Donostia, donde su representante María Serrano ha leído un nuevo comunicado para pedir que se retire la «sanción impuesta» a un pensionista por dibujar sobre la arena de la playa de La Concha la reivindicación de este colectivo en favor de una pensión mínima de 1.080 euros.